Cuarenta minutos después de la hora anunciada, Elefantes aparecen en el escenario. En el centro, con la cara pálida, la mirada celeste, Shuarma hace una reverencia con las manos juntas, como si el público se tratara del mismísimo Buda, y la seguirá repitiendo para agradecer los aplausos que cada canción cosechará.Y entonces comienza a sonar Somos nubes blancas , la canción que abre y da título al último disco. A partir de ahí Elefantes desarrolla un repertorio que ahonda en lo más profundo de cada persona. Las canciones son directas, perfectamente dirigidas, y encuentran rápidamente un público entregado. La banda se encarga perfectamente de mantener la comunicación con los espectadores. Shuarma gesticula, Hugo y Julio Cascán se asoman al borde del escenario acercándose al público, siempre sonrientes. La atmósfera de un concierto de Elefantes, arriba y abajo del escenario, es el buen rollo.
Van sonando canciones del nuevo disco, Dime si tú te vas , Abre más ancho el camino , Al olvido ?la carta de presentación del disco-, Me llega información . Se recrean en Clavos (hay clavos en Bagdad, dice Shuarma, clavos en los soldados de los Estados Unidos), y Tu mejor canción ?según dicen ellos, el tema más ?incómodo? de este album- nos pone a todos el pelo de punta.
De discos anteriores se pararon en Me he vuelto a equivocar, Se me va, Piedad, Y tú sabrás que hacer, La niña morena ?dedica a un granadino anónimo que la pidió a través de la web-, y por supuesto canciones imprescindibles como Azul, Me falta el aliento o Y yo no lo sabía.
El directo de Elefantes es un concierto para disfrutar a cada minuto. La banda disfruta entregada y el público participa abiertamente en todas las canciones. La gente se sabe ya incluso las letras del disco nuevo. Shuarma mantiene el gancho, se muestra simpático. En cierto momento coge el móvil de una chica de la primera fila y le canta a quien hubiera al otro lado de la línea.
Al acabar el concierto, la gente pide más canciones. Nadie está cansado. Han sido una hora y cuarenta minutos de directo y aún quedan ganas de mucho más. Cada uno vocifera el título de alguna canción que la banda dejó en el tintero. Se echaron de menos Vale la pena vivir así ?que abrió el directo en la anterior visita de la banda a Granada-, Tan difícil como amar, Hoy no me grites ?descartada por ser la canción incómoda del álbum La forma de mover tus manos -. En cualquier caso, un directo como el de Elefantes siempre deja con ganas de más.
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