Ya podemos empezar a sentir el estrés postvacacional (que palabra tan rara) en este bonito y tremebundo mes de Septiembre. Volvemos a ver la cara de nuestro insoportable, prepotente, inútil, nazi,? jefe (ya saben por qué escribo con pseudónimo). Pero lo que más me gusta de este mes es ver al Príncipe de Asturias afeitado y la vuelta al trabajo de los políticos.
La verdad sea dicha, a mí que la Leticia Sabater de la Casa de Alba esté saliendo por detrás de la cámara del hijo de Pilar Miró no me interesa, ni si Cachuli y la IP están en crisis, ni escuchar la verborrea de la Magazapos ; con lo que disfruto es viendo volver a currar a nuestros máximos dirigentes, es decir, a Bush.
Aunque muchos lo critiquen puede estar tranquilo que yo sé que es un genio, lo que pasa es que, como tal, es un incomprendido. Después del huracán Catalina, Catilina, Catrina o Catileches todos estábamos confundidos sin saber qué pasaba hasta que él (¿o quizá debería escribir Él?), con su gran sapiencia y su claridad de mente hizo una aparición pública para decirnos que eso era una catástrofe. Menos mal, yo creía que era el primer partido de Liga y, si no llega a ser por Jorge no hubiera sabido que no me había tocado la quiniela. Sin embargo, en un acto de generosidad, siguió hablando: ?Nuestro primer objetivo es salvar vidas humanas? (o algo así porque habla en inglés, excepto con Aznar que habla en papirofléxico y con Zapatero que no habla). Hay veces en que uno se sorprende aunque esté curado de espantos.
En lo que respecta a esta comunidad de vecinos, ahora nos tiraremos unos días viendo al presidente de la República española, con el fondo del himno de Riego, negociando los presupuestos, a las chinches sacándole los ojos y a la oposición oponiéndose a sus opuestos opositores para al final, después de duros parlamentos entre ellos, lleguen a la conclusión de que los incendios son un problema y de que se les ha ocurrido crear un cuerpo que se especialice en apagar fuegos cuyo nombre están decidiendo. Pensarán que ya existe pero sé de un lugar de cuyo nombre blablabla en la que llegaron unos señores llamados bomberos porque por una barbacoa se había producido un incendio y acudieron sin agua. No sé si es que esperaban bajar un gato de un árbol o abrir una puerta. Gracias a San Zippo el agua los alcanzó al cabo de dos horas. ¿Presupuestos? Ah no, eso trátenlo con aquel señor que es nuestro negociador, el pobre se ha quedado en paro, era Guardia Civil en Roquetas, experto en el arte del trato.
Pero bueno, a fin de cuentas cualquier tiempo pasado fue anterior.
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