A Belén pastores – Lenguas de Fuego

En este mundo nos diferenciamos por unos cuantos detalles; uno de ellos es nuestro belén navideño. La representación del nacimiento de Cristo data de los años de Matusalén pero fue a San Francisco de Asís al que se le ocurrieron las figuritas en 1223 (por supuesto con buey y mula) y las instaló en la iglesia de Greccio. Carlos III de España y tercero de España nos trajo esta tradición desde Nápoles. 
El día de la Inmaculada Concepción , es decir, el 8 de Diciembre es cuando debe hacer su aparición en todo hogar decente, cuando comienza la Navidad en El Corte Inglés, el 6 de Enero se añaden los Reyes Magos y el 2 de Febrero se desmonta porque es cuando Jesús se presenta en el Templo. 
Ahora bien, como decía al principio, nos diferenciamos en varios aspectos. Algunos no montamos ningún belén (creo que nadie el día 8), otros nos conformamos con lo que conocemos por el nacimiento, es decir, niño, padres y como mucho compañía animal; por último están aquellos que cuyos pastores se bajan en la Terminal de autobús, piden un taxi que por carretera perfectamente asfaltada se dirigen al hotel cinco estrellas y media en donde ha nacido Jesús, rodeado por césped artificial, campos de golf y pista de pádel. 
En Cataluña y creo que también en la Comunidad Valenciana se incluye un ?caganer?, originariamente un campesino mandando un fax que en la actualidad se ha modernizado e incluye a la flor y nata de nuestra sociedad (este año en lugar de Scootex usan el Estatut). 
En Venezuela se realiza la ?paradura del Niño? desde el 1 de Enero hasta el 2 de Febrero en la cual se levanta al niño del pesebre y se le reza un rosario. 
Anteriormente en España se le daba el nombre de nacimiento al belén entero, al igual que en Perú o en Guatemala, frente al pesebre argentino, chileno o colombiano, pero poco a poco, en vista de la superpoblación, el nombre queda más restringido a los protagonistas de la temporada. 
No podemos obviar el belén del Vaticano, el cual todos los años arma uno de tamaño natural, pero claro, esa es otra historia, porque el Vaticano en eso de armar belenes es un experto.