<p><strong>La despedida de Elefantes </strong></p>
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<p>Empezar un concierto con una canción que se llama <em>Me he vuelto a equivocar </em>, enganchando al público después de media hora de retraso –la misma media hora de todos sus conciertos- es un lujo que sólo <strong>Elefantes</strong> se pueden permitir. Recuerdo los versos que cierran el tema:</p>
<p><em>Parle de moi une autre fois, <br>
</em><em>fais moi sentir que je suis quelq’un, <br>
</em><em>parle de moi avec tendrese, <br>
</em><em>doucement doucemente… <br>
</em><em> <br>
</em><em>Dis que tu m’aimes, <br>
</em><em>Dis que tu moeurs, <br>
</em><em>Si je ne viens pas, si je ne t’aime pas, <br>
</em><em>Tu dois savoir que je suis grand, <br>
</em><em>Plus grand, plus grand, plus </em><em> </em></p>
<p>Ése fue el principio del fin. El concierto de despedida de Elefantes de Granada, en la sala El Tren, fue un repaso a toda su carrera. No sólo a los seis años que han transcurrido desde la edición de <strong>Azul </strong>, que les dio a conocer, sino también al anterior, <strong>El hombre pez </strong>. Elefantes han cambiado en todo este tiempo, no sólo les ha crecido la barba, han madurado y dicen que esa madurez es la que les ha llevado a separarse, sin perder nunca ni un ápice de la buena atmósfera de sus conciertos, arriba y abajo del escenario. Mantienen el mismo sonido limpio, la sencillez en la instrumentación, eso sí, con todos los detalles cuidados, y la voz siempre en su sitio. </p>
<p>En dos horas de directo no hubo lugar para todo, desde luego. Con un repertorio tan extenso es normal que se queden fuera algunos temas como <em>Vale la pena vivir así </em> o <em>No me grites </em>; pero recordaron viejos sonidos como los de <em>Piedad </em> y repasaron las canciones nacidas de palos flamencos y folklóricos como <em>La niña morena </em> o <em>Se me va </em>. En ningún momento se olvidaron de sus temas más populares: <em>Azul </em>, <em>Me falta el aliento </em>, <em>Y yo no lo sabía </em> o <em>Al olvido </em>, del que dicen que ahora sacan una lectura diferente y que se vio empañado por un interminable acople. </p>
<p>Hubo alguna sorpresa: una canción compuesta para esta gira como despedida de su público –y que hará de buen reclamo cuando editen la gira en DVD- y la guinda final del concierto, <em>Más que tú a yo </em>, en un bis que ellos mismos pidieron, tocada como si fuera la última vez. Quizás lo sea. </p>
<p>La gira acabó el 6 de mayo en la sala Razzmatazz de Barcelona, momento en el que cada miembro de los <strong>Elefantes</strong> emprendió su carrera en solitario. </p>
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