<p><strong><img src=»img/hemeroteca/200605/landscapeone.jpg» alt=»Landscape, One» width=»128″ height=»115″ hspace=»10″ vspace=»10″ align=»left»>The Missadventures of … </strong> se separaron tras una corta carrera en mayo de 2004. <strong>Guillaume de Chirac </strong>, pianista y compositor de la banda, empezó a trabajar en un nuevo proyecto en el que pretendía explorar nuevos sonidos y que define, sin aferrarse a las pretensiones de originalidad de otros, como una mezcla de <strong>Radiohead </strong>, <strong>Sigur Ros </strong> y otros. El año pasado <strong>Landscape </strong> grabó en Francia, su primer álbum, <em>One </em>, una lista de doce canciones tituladas con las palabras y signos de puntuación de la frase <em>There must be something that we can do against them… ¡? … </em> y que no parece haber tenido un gran éxito comercial, hasta el punto de que el disco fue editado un año más tarde, en marzo de 2006, por un sello fundado por dos de los miembros de la banda que además ahora se ganan el pan –y poco pan ganarán- en la banda de <strong>Sebastián Schuller </strong>. </p>
<p>El disco se está presentando a lo largo del mes de mayo en diferentes salas de París. Si alguien tiene aún esperanza de verlos por España es infundada, al menos a corto y medio plazo. </p>
<p><em>One </em>, sin embargo, es un disco que merecería una atención especial, más aún desde España, donde cultivamos poco este estilo. El proyecto ha nacido como con un arco flexible capaz de abarcar a diferentes músicos que quieran participar en el proyecto, como una jam session experimental que se prolongará tanto como dure la gira. La grabación es arriesgada: las canciones de <strong>Landscape </strong>han pretendido, no emular a los Radiohead, Sigur Ros, etc. que antes enumeraba como influencias principales, sino extraerles la esencia y hacer canciones con ella. Así han hecho un disco lleno de matices, de un abanico de colores infinito en cuanto a sonido –en contraste con el blanco y negro de la portada-, y repleto de momentos diferentes y en muchas ocasiones de una intensidad envidiable. </p>
<p>Todo, las baterías, los samples, los efectos en las voces, las guitarras y los bajos, los arreglos de xilofón, aunque no superan en absoluto a lo de sus maestro, configuran un disco interesante de escuchar, una señal de que la inventiva del pop de finales de los noventa y principios de este siglo no está cayendo en saco roto, y los primeros alumnos son los franceses. </p>
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