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El Castillo de Moclín

“En la cumbre de una fragosa sierra, sujetando varios territorios con tanta fortaleza que por todas partes tiene la subida difícil, cinco lenguas de Granada á la parte del Norte, señoreando su espaciosa vega y goçando de la vista de su mayor cabeça por todas partes la descubre, que tal es la eminencia de la villa de Moclín opuesta á las fronteriças villas, terminando con la ciudad de Alcalá de Abençayde dicha, hoy la real distante tres leguas. Es de las siete obligadas. Es de buena labrança goçando de buena caça, volátiles y terrestres, entra en Granada con pan amasado y los demás mantenimientos. Habitanla trescientos vecinos en una parroquia, dos ermitas, diócesis de Granada con tribunal de Vicario. Su fundación no consta, aunque su antigüedad es grande, mas en tiempo de mahometanos fue plaza de armas á quien la ganaron los católicos reyes con derramamiento de sangre, año de mil quatrocientos y ochenta y seis, poblandola de cristianos, dando la tenencia de su castillo y villa al comendador Martín de Alarcón. Es gobernada por Alcaldes ordinarios, regidores y alcaldes de la Hermandad á la orden dl cabildo y corregidor de la ciudad de Granada. ”

(Anales de Granada de Francisco Henríquez de Jorquera)

 

La posición que tenía Moclín era perfecta para guardar el valle del río Velillos y la entrada a la vega granadina; sin tomar antes Moclín, el paso era una total locura.

Esta zona, en tiempos de relativa calma, gozó de buena salud, de una próspera economía basada en cultivos intensivos de productos de alto valor, de una técnica muy avanzada y de un fabuloso comercio con el mundo islámico gracias a los grandes puertos de Málaga y de Almería.

Moclín estaba ya habitada al menos desde el siglo IX aunque algunos restos arqueológicos nos permiten conocer la existencia de pipiolos ya mucho antes. En ese siglo IX probablemente ya existía la fortaleza aunque no tal y como la conocemos hoy por dos razones. La primera porque la que podemos encontrar en la actualidad está en ruinas (ya en el XVI se consideró tal estado) y dos porque todavía no había sido necesario reforzar la zona.

Ese primer esbozo del posterior castillo se debe a Muhammad ibn Nasr, más conocido entre los amigos por Mohammad I (de nasr proviene el término nazarí).

Las zonas del Norte no cejaban en su empeño de avanzar. La fortaleza de Moclín estaba presente como bastión de refuerzo de los castillos de primera fila como el de Alcaudete, el de Locubín y, sobre todo, el de Alcalá la Real.



ALCALÁ LA REAL. Cosme de Médicis: Viaje por España

Tras los muros de Moclín
quedaba la indefensa vega como antecedente a Granada, ciudad prácticamente
inexpugnable pero débil ante un asedio debido a su numerosa población. Tras
caer la fortaleza de Alcalá
la
Real
el quince de Agosto de 1341, un año más tarde que las de Locubín y Alcaudete, se
hizo imprescindible reforzar la zona. Así el castillo fue convertido en uno de
los conjuntos defensivos más espectaculares de Andalucía, en el Escudo de
Granada. Probablemente esto se hizo en tiempos de Yusuf I (1333-1354) o, como muy tarde, de su hijo Muhammad V (1354-1359).

La rivalidad entre la
cristiana Alcalá y el Moclín musulmán será inmensa;
por un lado encontramos en la torre más alta del castillo castellano un fuego
guía y salvador de los que conseguían escapar de las mazmorras nazaríes; por su
parte, los musulmanes se habían provisto de serie de atalayas avanzadas en los
relieves de terreno más importantes con el fin de detectar con la mayor
antelación posible al enemigo

.

Tendrán que pasar ciento
veinte años para que Moclín caiga. Sus campos son
talados y sus cosechas quemadas, pero resistirán incluso al intento de asalto
de don Miguel Lucas de Iranzo, rechazado por un
perro.

En Septiembre de 1485, tras
haber tomado los Reyes Católicos esa primavera Ronda, es el conde de Cabra el
nuevo proyecto de conquistador. Con cien jinetes y tres mil peones más alguna
artillería, decisiva en las conquistas de Isabel y Fernando, pone rumbo a Moclín. Sin embargo, el emir al-Zagal toma la delantera en
la jugada y le sale al encuentro con mil jinetes y mil peones provocando
numerosísimas bajas en el cristiano además de apoderarse de la artillería.

Tras este fracaso la mirada
se dirige hacia otros accesos a la vega. Loja, más grande, importante y con una
magnífica defensa, sucumbe a la artillería; luego tocará el turno de Íllora y tras ésta Moclín de
nuevo.

“Este dia martes trece de junio, partió de la villa de Yllora
el rey y la reyna con todo el exército
y se pusieron sobre la villa de Moclín puesta sobre
un pico de una sierra a la vista de Granada, a quien los moros llamaban el
escudo de Granada por su fortaleça, que se defendió
muchos años de todo el poder de los reyes de Castilla, estando tres leguas de
Alcalá
la Real
;
y agora estaba bien fortificada y con mucha
guarnición de moros valerosos que defendian sus
torres baluartes y demás que echaron fuera todos los viejos, niños y mujeres y
toda la jente inútil; mas nuestro exército la sitió de manera que la batian incansablemente, si
con gran defensa de los moros que nos hacian mucho
daño. Mas abiendo llegado la bala de un tiro de los
nuestros a una torre donde estaba la poluora y toda
la munición, saltó una centella y dió en la poluora; con que se pegó fuego con grande daño de los
moros; con que desconfiaron de poderse defender, cargandose
el socorro que abia de ser muy grande, quando Granada andaba con poca quietud en sus naturales.
Trataron los moros de rendirse y se rindieron el sabado
dies y siete de junio, según Bleda
y Nebrixa, saliendo todos los moros, dexandose todas las armas y bastimentos y les dió el rey un cavallero con un
buen esquadrón que les aseguró hasta la vega. Dieron
los reyes la tenencia y alcaldía de Moclín a Martin de Alarcón, gran soldado, en premio de sus
servicios. Hicieronse grandes fiestas y regocijos por
la toma de esta villa que no entendió ganarla sin grandisimo daño y largo tiempo. “
(Anales de Granada, F. H. de Jorquera)

Montefrío y Colomera serán la
culminación del afortunado año para los Reyes Católicos de 1486.

Con la rendición de Granada
comenzará la decadencia del castillo de Moclín.

El pueblo pasará a ocupar un
nuevo lugar, más accesible, fuera de los muros, que es donde se encuentra hoy
en día.

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