¿Hasta dónde nos puede llevar la búsqueda de la verdad? ¿Cuánto podemos esperar para saber? ¿Más de cuarenta años? ¿Cuáles son los límites de la amistad y del amor? ¿Qué seríamos capaz de perdonar?
Quizá debamos esperar cuarenta y un años para saber algo que en nuestro corazón teníamos claro, sólo hemos esperado y sufrido el paso de los años, con la total seguridad de que la muerte no podía venir a por nosotros, para aclarar aquellos hechos que ocurrieron en apenas un día y que se enfrentaron a un pasado tan intenso como el dolor de la espera.
Tremenda novela que poco a poco nos va introduciendo en un mundo que bruscamente se convierte en un arrebato de sinceridad, que deja todos y cada uno de nuestros sentimientos al aire arrastrándonos por medio de uno de los monólogos más intensos y embriagadores que podamos encontrar en la literatura.
Una escritura que rebosa calidad nos va a conducir por el camino de la búsqueda para aclarar de una vez por todas la verdad de lo que pasó, la confirmación de los hechos, el culmen de una vida que sólo esperaba ya saber.
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