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Johnny cogió su fusil

Johnny cogió su fusil (1971) – Johnny got his gun-, de Dalton Trumbo

Hay algunas películas decepcionantemente magníficas, ésta es una de ellas. El tema de la eutanasia ha sido recientemente tratado en bodrios estilo Mar adentro o en Million dollar baby. Treinta años antes encontramos quizá uno de los films más desgarradores que se puedan encontrar en la historia del séptimo arte: Johnny cogió su fusil. Sin duda Dalton Trumbo es un gran guionista como demuestra no sólo en esta película sino también en Vacaciones en Roma, Espartaco o Papillón, no obstante como director es bastante mediocre, algo que ya en los años setenta es dificil.
Muchos han creído ver en esta obra un alegato antibelicista que si bien no voy a decir que sea inexistente sí que bastante dudable. El antibelicismo se puede relativamente deducir a partir del estado del “medio protagonista” pero ni mucho menos es explícito y dudo bastante de que se pretenda hacer y de una genial respuesta del sacerdote que no voy a escribir. Dalton Trumbo centra toda su atención en la eutanasia, mostrándonos un caso extremo. Tras un bombazo en la Gran Guerra, Johnny queda en un estado terrorífico: ha quedado sin rostro, sin piernas ni brazos, sin la capacidad de ver, hablar ni oír; puede pensar y, por lo tanto sentir. Ha quedado reducido a un tronco (por cierto, la escena de la masturbación es genial en su idea). Trumbo, que no pudo contar con la dirección de Buñuel – el cual colaboró en algunas escenas claramente identificables- nos conduce por la vida de Johnny a través de una serie de flashbacks, sueños y pensamientos, alternando el blanco y negro y el color. El primero se usa para la triste y desgarradora realidad mientras que el color para la “vida completa”. Se nos conduce desde el exterior al interior de la mente de Johnny el cual va siendo consciente de su estado poco a poco y nos va transmitiendo una angustia que llega a su cénit en el final, quizá la mejor parte de la película además de la fantástica aportación de Donald Sutherland.
Es una pena que una magnífica historia haya sido ejecutada de manera tan vulgar, es una lástima que Buñuel (aunque esta temática no es de su estilo) o cualquier otro gran director no hubiese tomado las riendas y lo hiciese Trumbo en la que ha sido su primera y última película (por lo menos que yo sepa). La fuerza del guión junto con una dirección más aceptable habría llevado a Johnny cogió su fusil a situarse entre las mejores películas aunque eso no quita que siga siendo imprescindible su visionado.

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