.- Padre, me acuso de inestabilidad emocional con mi mujer y mis tres hijos: todos los días me siento incapaz ante ellos, y necesito rebelarme. Hay ocasiones en las que intento contener mi rabia interior, para no perjudicarlos, pero en estos últimos días no he podido evitar el tener malos pensamientos hacia ellos. Incluso se ha pasado por mi mente la necesidad imperiosa de golpearlos, con el fin de lograr imponer mis criterios en la familia.
El problema viene después, con los remordimientos: mi religión me impide actuar así, por lo que moralmente me vengo abajo cuando tales sentimientos, contradictorios, irrumpen en mi cerebro.
Aunque intento amar a mi familia, pues forma parte de mi vida desde hace tres ciclos solares, mi carácter choca con los hijos mayores, que quieren la independencia (me acusan de paternalista, y piensan que no les dejo usar el coche para irse con sus amigos a las Carreras Espaciales, porque no confío en su madurez): el pequeño sólo tiene 6 ciclos (no pudimos conseguir uno mayor en el comercio) y tan solo quiere leer sus historietas en el ordenador personal, por lo que no da muchos problemas – curiosamente, no le gustan mucho los campeonatos de videojuegos de la Red -.
Sin embargo, es la compañera quien más me incordia: sus constantes alusiones a una vida sexual insatisfecha (a pesar de contar con Sepnut’s y otros androides de tipo Alfa 3) interrumpen mis pensamientos en medio de mi trabajo, cuando más necesito tranquilidad (en la actualidad, los poetas de la corte imperial no están tan bien vistos como hace unos años, con el anterior monarca, Rez’za II, pero aún tenemos un papel importante que cumplir en medio del caos que nos amenaza en esta nueva época que nos ha tocado vivir).
Por todo ello, os ruego, padre, que me deis no ya la absolución, pues reincidiría en ello de nuevo, sino una solución.
.- Hijo mío. Veo que tu fe es fuerte, pero flacas tus fuerzas para evitar al Maligno. Por eso creo que quizás debieras de cambiar de Religión: ahora hay nuevas oportunidades en Orión, con los Mazg’ ga T’or: su práctica permite a sus seguidores alternar los remordimientos por los pecados, reales o imaginarios, con breves momentos de éxtasis religioso gracias a las libaciones y sacrificios de animales que realizan en honor a su Divinidad, de forma tal que la purificación viene inmediatamente y, con ella, liberas la mente de esos extraños pensamientos que atemorizan a los fieles de otras religiones.
¡ Son 35 créditos ! (Aceptamos todo tipo de tarjetas).
Ah, por cierto. Acuérdate de dejar libre la conexión, para evitar interferencias en la emisión del canal. GRACIAS.
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