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Nace un nuevo estado en la vieja Europa

La reciente declaración de independencia de Kosovo ha llegado cargada de polémica. Amparada por EEUU y las potencias europeas, el nuevo estado nace bajo una lluvia de incertidumbre sobre su futuro.

Patria histórica e indisoluble de la idea nacionalista serbia, en este territorio ancestral de los eslavos del sur, está integrado por una mayoría de población de origen albanés del 90%, y con una minoría importante de etnia serbia.

Kosovo no es un escenario cualquiera; no se trata de un territorio más perdido para la idea de la gran serbia. Si en España tenemos una batalla de Covadonga como origen legendario del nacimiento de la patria, el pueblo serbio tiene en la batalla del campo de los Mirlos” (de cuyo nombre deriva Kosovo, “Kosovo Polje”) su propia leyenda nacional.

Cuenta la leyenda que al Zar Lazar Hrebeljanović, antes de entrar en combate con las huestes otomanas que pretendían seguir avanzando hacia el centro de Europa, se le presentó un halcón gris con una propuesta. El monarca debía elegir si vencer aquella batalla y seguir reinando en aquellas tierras, o caer derrotado en aquellos campos de mirlos a cambio regir un reino celestial durante toda una eternidad. Lazar, debió elegir la segunda, pues en aquel fatídico día para los eslavos, las tropas otomanas acabaron con su aguerrida resistencia. Desde entonces esta tragedia, es celebrada como el día nacional serbio.

El polémico nacionalismo étnico-mitológico, que tanto mira al pasado medieval; fue rescatado por Madlic, Milósevic, y Karadzic. El victimismo de un pueblo injustamente maltratado por la historia…junto con las fuertes identidades  étnicas tan propias de esta zona de Europa y la oportunidad histórica tras la muerte de Tito y la caída del telón de acero, propiciaron una guerra que conmovió a una Europa de finales de siglo que casi había olvidado estas ideas de búsqueda de espacios vitales darwinistas, sustituidos ya en el occidente continental por los mercados vitales neoliberales.
Los restos latentes de este peligroso nacionalismo perviven. Sería incomprensible que en el pueblo servio no hubiera resistencias a este desmembramiento. Pero es más incomprensible aún que se haya apoyado la independencia kosovar sin tener en cuenta la posición moderada serbia, y la unanimidad de los estados europeos.

Muy seguros deben estar os gobiernos occidentales de la debilidad de las ideas etnico – nacionalistas serbias de carácter radical, para apoyar este nuevo estado.  Yo no estaría tan seguro. Quizás el cambio a esta “ofensa” al principal aliado ruso en el continente, es
que lo que queda de serbia tenga una pronta entrada en la Unión Europea.

Aún así, pese a la moderada respuesta del nacionalismo servio comparando con el reciente pasado, ya se están viendo los conflictos que la segregación esta provocando en la zona serbo-kosovar de Mitrovica, que no acepta bajo ningún caso, formar parte del nuevo estado.
 La solución  a estas tensiones localizadas podrían pasar por crear una fuerte autonomía de esta comunidad en el nuevo estado, o los mas justo; teniendo en cuenta que la separación kosovar  ha sido hecha  desde el punto de vista de la tragedia kosovar de 1999 y desde la clave de la mayoría étnica de origen albanés de Kosovo, que la zona de Mitrovica pasara a territorio serbio para calmar posibles respuestas violentas y dar legitimidad al modelo de independencia kosovar basado en mayorías étnicas dentro de un territorio.

Por otra parte, desde el, lado albano-kosovar, la independencia, y su apoyo por las grandes potencias, ha sido recibida con una ansiada alegría en tres días de fiesta nacional. Ahora, pasada la resaca al nuevo estado le llega una dura tarea de desarrollo. El desempleo llega casi al 70% de los jóvenes y al 50% de los adultos. Gran parte de la población es analfabeta, el mercado negro, la corrupción, y las bandas mafiosas están a la orden del día. La población kosovar, tras años de guerras y genocidios sufridos tiene una nueva oportunidad de prosperar creando su propio futuro, por primera vez en la historia. Sin embargo, necesitará de una gran financiación europea durante muchas décadas, que harán una inversión no sólo en Kosovo, sino con vistas puestas en revitalizar el estado vecino estado albanés.

David Laso Contributor

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