El día 20 de mayo se publica la primera entrega de Seis números rojos, la nueva novela de José Luis León Padial. Primero aparecerá por entregas en las páginas de la revista y luego en formato digital completa.
Lenguas de Fuego (LdF): ¿Nervioso? ¿Ilusionado?
José Luis León Padial (JLLP): Pues he de confesar que algo de cosquillas sí que me recorren el estómago pero más por desilusionar a los demás que por uno mismo. Tengo ilusión por que el libro atraiga al mayor número de personas, por la satisfacción de entretener y arrancar alguna sonrisa más que por cualquier reconocimiento que entiendo está fuera de lugar al ser una mera afición para mí lo de intentar juntar letras.
LdF: ¿Qué nos vamos a encontrar?
JLLP: Un protagonista muy normal, que puedes ser tú o cualquiera que te cruces por la calle, al que se le complica la vida en un instante teniendo que defenderse en un terreno hostil y desconocido por completo para él y contra una fauna totalmente opuesta a la que todos estamos acostumbrados a tratar. Intriga, acción, algún cadáver y todo muy mezclado con trazos de humor que acaban divirtiendo al lector que es al fin y al cabo lo que realmente busco. Y si encima se desarrolla en el barrio del Realejo en Granada…..no adelantemos más.
LdF: ¿Cómo se trabaja un argumento policíaco para que al final todo vaya teniendo sentido?
JLLP: Pues la verdad es que no sabría responderte muy bien a eso, jejeje. Parto de una idea base muy general a la que voy añadiendo personajes variopintos que se me van ocurriendo, muchos sacados de la vida real mía o de la sociedad en general aunque intentando que no sean fácilmente detectados, los cuales van invitando a distintas tramas, según me apetezca irlos introduciendo, haciendo que a la vez que yo me divierto escribiendo sea capaz de transmitir al lector la importancia a cada uno sin que sea obvio lo que viene a continuación. Siempre manejo una pequeña nota de texto que me recuerda las uniones que quiero dar y los sentidos que busco para llegado el momento plasmarlos como tenía en mente. Total, que hay que estar un poco tocado de la cabeza para acabar engranándolo todo jejeje.
LdF: Si bien se trata de una novela policíaca, el humor está muy presente…
JLLP: Yo entiendo que para mí una sonrisa es vida. Respeto a los escritores históricos, a los poetas, a los filósofos, en fin, a todos los considerados “serios” que realmente se lo trabajan a todos los niveles. Yo apenas uso elementos más allá de mi mente, de mis ocurrencias, de cosas cotidianas, normales. Me gusta tocar el sentido del humor aunque obviamente debes salpicarlo de sentimientos y acción para hacerlo atractivo, sobre todo, es lo que yo pienso, en relatos más extensos como una novela. Los cortos dan menos juego en ese aspecto pues has de transmitir en breve lo que quieres y no te deja pasar por demasiados estados de ánimo con tanta holgura.
LdF: El barrio del Realejo de Granada es protagonista en la historia ¿por algo en especial?
JLLP: Ya el barrio por sí solo merece ser protagonista de historias de todo tipo pues es una maravilla a la que se debería prestar más atención en su mantenimiento (desde aquí tirón de orejas para los políticos correspondientes). Pero sí es cierto que hay un detalle que me ayudó a “quedarme” por la zona mientras iba escribiendo: su comisaría que ya verá el lector que tiene su importancia. De todas formas, repito, es un barrio por el que a mí me gusta perderme, descubrirlo y al que siempre le extraigo un detalle, una calle, un bar, algo nuevo aunque lleve allí mucho tiempo esperando.
LdF: En algunos aspectos recuerda a novelas de Eduardo Mendoza. ¿Es de quien más ha bebido? ¿Lo ha tomado como referencia?
JLLP: No llegaré a afirmar que lo he leído todo de él pero casi. Su forma de escribir, de relatar, los personajes que crea y cómo se mueven en sus tramas supongo que serán una referencia para mí y para mucha más gente. Un profesor, de cuando era yo un adolescente, nos puso de tarea en cierta ocasión leer “El misterio de la cripta embrujada” (que suelo recomendar siempre). Tras esa lectura me fascinó el personaje, me encantó cómo maneja los clichés sociales, su fácil y ágil lectura, y siempre admiré que cada tanto te arrancara una sonrisa que es lo que lo diferenciaba de otros novelistas de ese estilo. Eduardo Mendoza creo que son palabras mayores así que si alguien al leer el libro algo le recuerda será todo un honor.
LdF: Si bien el protagonista es Luis, como usted, ¿los demás personajes tienen un transfondo real? ¿Incluidos los Ramírez?
JLLP: Muchos tienen un físico, sino igual, muy parecido a conocidos míos o de la sociedad, o de gente con la que me he cruzado o topado en diferentes situaciones, pero intento que la realidad no tenga que ver nada con la ficción para no herir a nadie. A mí me sirve, en mi nota de texto de ayuda, para facilitarme la imagen mental del personaje creado en la acción que voy relatando. De todas formas, algunas frases, algunos tics o algunas formas que aparecen son estereotipos que se pueden encontrar en muchas situaciones cotidianas.
LdF: ¿Cómo se han tomado tener presencia en su “asesinato”?
JLLP: Aún retumban las carcajadas y alguno/a hasta me ha pedido que le asigne un personaje en futuras novelas. Nadie se ha quejado y alguno se ha sorprendido cuando lo he relacionado con el que le representa.
LdF: A pesar de que el humor prevalece en muchos aspectos, también encontramos cierta crítica social, determinado reflejo de clases sociales que unos por elección, otros por obligación, se encuentran en situaciones especiales en la sociedad. No obstante, aunque se presenta como “clase social” luego se centra en el individuo, en sus vivencias, sus preocupaciones, sus sufrimientos…
JLLP: Es todo tal y como lo describes. Intento reflejar esas distintas escalas sociales que por desgracia tenemos amplificándolas en muchos casos para llevarlas a la burla. Careo unas con otras buscando reírme de lo absurdo que en muchas ocasiones es el ser humano, y más con un cargo en la espalda. Intento, sin conocimiento propio, a la vez presentar las miserias que otros pasan y/o tragan para seguir vivos en su rutina diaria. Una mezcla que siempre ha de ser tomada con sentido del humor pues luego hay de todo como todos sabemos.
LdF: Aunque esta es la primera novela suya que publica la revista ¿hay otras? Háblenos un poco de ellas
JLLP: Hay otras tres acabadas en la recámara y una más en proyecto que veremos cómo voy dando forma. El objetivo en todas ellas siempre será el entretenimiento, tanto en la creación como para los futuros lectores, manejando las mismas armas que en estos “Seis números rojos”: humor, acción, suspense, intriga y ninguna pista que pueda favorecer sospechar nada del final. Una comienza en una cena de empresa navideña, otra está relacionado con un aspirante a la alcaldía en plena campaña electoral y el otro se introduce en la alta sociedad para dejar ver que no es tan alta. Y hasta ahí puedo leer…
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