Estamos ante un conjunto de relatillos que quedan perfectamente resumidos en el título que los engloba. Chispas porque son pequeños fogonazos, pequeñas ideas de un momento que son llevadas al papel por medio de un observador que nos traslada instantes de nuestra vida actual uniendo cierto descaro con el sentido del humor y la crítica mordaz.
Obviamente no vamos a descubrir a Luis Goytisolo a estas alturas, un autor con una importante carrera a su espalda, pero tampoco lo vamos a hacer en este libro.
Chispas vamos a encontrar de buena narrativa en esta obra pero lo cierto es que poco más. Siempre intento ser amable en las reseñas que hago y ésta no es una excepción; de hecho, generalmente recomiendo un libro o mantengo silencio si no ha sido de mi agrado. No pretendo saber más de literatura que nadie y estoy completamente seguro de que podrán encontrar reseñas que ensalcen esta obra pero, sintiéndolo mucho, no la mía.
Me terminé el libro hace un par de días o tres y le he estado dando vueltas a la manera de hacer esta reseña sin ofender y siendo honesto. No se me ocurre. Quizá me esperara más y de ahí la desilusión pero el caso es que Chispas me ha parecido un libro que se ha publicado por la trayectoria del autor, no por su calidad. Podría ser el boceto de varias historias posteriores, algo así como los bocetos de los bocetos del boceto del cuadro que sea que encontramos en la casa de un pintor y que nos lleva a pensar para qué coño hemos pagado la entrada y ver eso. No lo sé.
Chispas es un libro que se publica en Anagrama porque está firmado por Luis Goytisolo. No está especialmente bien escrito, no es ágil, no está perfilado ni construido. Para unos artículos de suplemento dominical tendría un pase, poco más.
No puedo decir más que me ha defraudado enormemente. Me esperaba mucho más.
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