Título controvertido en tiempos del poliamor, será esta trama la que nos haga reflexionar sobre este nuevo concepto que parece llegar para quedarse en la sociedad del instante, de lo fugaz.
Nada más lejos de la realidad para la pareja protagonista que se verá envuelta en un juego de seducción en el que descubren que su destino está fuertemente unido de la mano de un niño.
La mezcla de amor y un alma rebelde camino de la adolescencia no parecen combinar, es más, estaría evocada al fracaso de no ser porque a pesar de empeñarnos en ser adultos aún conservamos la osadía de ese niño atrevido que arriesga sin temor a perder lo que quiere.
Lo que más me gusta de un hombre fiel es que no tengo que esforzarme en recordar los nombres de los protagonistas, viéndola me he sentido protagonista en esa vida caótica de altibajos emocionales.
Tener claro que quieres a alguien en esta sociedad líquida es toda una declaración de intenciones, más ardua tarea será aún conservar esa pasión, pasión que tiene fama de depurarse con el tiempo.
Esto es lo que le pasa a la pareja protagonista de esta trama que se inicia ya con una conversación que al espectador no dejará indiferente, toda gira en torno a ese niño, esa mano ligada al futuro de la pareja, un embarazo que trunca la relación “abierta “de la que ambos protagonistas pensaban salir ilesos.
Tras descubrir la infidelidad de Marianne y su embarazo Abel abandona el piso donde conviven juntos con una normalidad aplastante, normalidad a la que esta nueva pareja que pondrá en marcha el juego del poliamor califica de madurez y valentía.
Una infidelidad, un embarazo, la traición de su mejor amigo y una admiradora secreta llegan como tormenta de verano a la vida de Abel.
Tormenta a la que se suma la muerte repentina de su competidor por el amor de Marianne, tras el funeral de Paul, Abel no duda en intentar recuperar el que fuera su lugar, pero ahora no lo tendrá nada fácil. Existe un pequeño con mucha imaginación y que no quiere compartir con nadie a su madre, por lo que ganarse su cariño será otro escalón más en esta alocada relación condenada a no ser nunca de dos.
En este puzle amoroso aparece la figura de la hermana de Paul, Eva, que desde pequeña ha pasado desapercibida para Abel y ahora que es una mujer está dispuesta a hacerle ver que es una mujer capaz de pelear por su amor.
Una divertida trama que pone en juego los pilares más clásicos de una relación para averiguar si merece o no la pena conservarla, sin duda una estrategia que generará controversia entre los espectadores y cuyos resultados dejan volar a la imaginación la reflexión moral final.
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