Granada es una ciudad de trotamundos de todos los rincones del planeta, hoy viene la magia de china y su ceremonia del té a invitarnos a hacer un viaje a nuestros sentidos.
La Corrala de Santiago es uno de esos lugares emblemáticos de la ciudad que se engalana para invitarnos a compartir una excelente taza de té, una manera de vivir y de culto que no solamente calma la sed, alimenta nuestros sentidos y despierta la imaginación.
El Instituto Confucio junto a un grupo de especialistas en té del Instituto de Recursos Acuíferos de Jiangxi, en una gira mundial hacen una parada en Granada para invitarnos a tres ceremonias distintas: el té de la Dinastía Han, el té monástico y el té de los eruditos.
Un ambiente sereno, con música de fondo que nos acerca a esta tradición de la paz, del compartir, del respeto.
En la sociedad de lo instantáneo, de la réplica y del querer llevar siempre la razón, este tipo de tradiciones que nos unen, que nos humanizan, son todo un acto revolucionario.
Un recuerdo, una melodía, el suave olor de ese té recién preparado y esa sonrisa calmada que te lo ofrece con su mayor devoción sin importar de qué parte del mundo seas me recuerda a ese Salam Aleikum o Namasté , dos culturas diferentes y el mismo saludo de paz y de empatía con los demás.
Somos dueños de nuestros recuerdos, pero no de las emociones que este tipo de tradiciones nos provocan, por eso nada mejor que experimentarlas personalmente y viajar a lo más profundo de una forma de ver el mundo, en armonía, con elegancia y transmitiendo valores positivos.
La Corrala de Santiago puede ser un lugar de comedias y de repente transformase en esa tertulia del rinconcillo de los mejores humanistas, y es que todo hombre de letras ha disfrutado de una buena tertulia o lectura acompañado de ese té ancestral que invoca los mejores deseos e ideas.
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