Un libro imprescindible tanto para lectores como para escritores.
Se trata de una novela de suspense que engloba tres tiempos diferentes: 1975, 1998 y 2008, cuya trama gira en torno al asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire, un idílico pueblo inventado por el autor.
Es una magnífica novela, que fue número 1 en ventas en Francia.
Tuvo más de 2.000.000 de lectores y se vendieron más de 750.000 ejemplares.
Derechos de traducción otorgados a 33 idiomas.
Consiguió el Premio Goncourt des Lycéens, el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y el Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa.
El libro comienza relatando la desaparición de
Nola Kellergan, una joven de 15
años, el 30 de agosto de 1975, e inmediatamente nos traslada a octubre de 2008,
33 años después de la desaparición de la muchacha.
La novela está narrada en primera persona por Marcus
Goldman, un joven escritor que está atravesando la temida crisis de “la hoja en
blanco”, y que se ve incapaz de cumplir su contrato con la editorial para la
que trabaja al no encontrar ninguna idea interesante sobre la que desarrollar
su próxima novela. Tras intentar obtener inspiración de mil formas y no
conseguirla con ninguna, Marcus decide buscar ayuda contactando con su antiguo
profesor en la universidad y también prestigioso escritor, Harry Quebert. Después
de contarle su problema de bloqueo mental, Harry le invita a pasar unos días en
su casa, una bella mansión situada a orillas del océano. Aquí es donde el autor
desarrollará prácticamente la novela.
La ciudad de Aurora es idílica: una tranquila ciudad
con un cine, una oficina de correos, una comisaría, una iglesia, una biblioteca
y unos pocos restaurantes, donde la gente confía plenamente en sus vecinos. La
casa de Harry también es idílica: una casona rodeada de espesos bosques,
situada frente al mar, con una terraza donde escribir disfrutando de unas
hermosas vistas al océano; el sueño para todo escritor. En Aurora, Harry
Quebert era muy querido, incluso se le honraba con una placa conmemorativas en el Clark´s, el
restaurante donde Harry había escrito en 1975 la novela que le había lanzado a la
fama: “Los orígenes del mal”. El pueblo de Aurora, así como este restaurante en
cuestión, tienen gran peso en la novela. Son más que un escenario; se puede
considerar que son un personaje en sí mismos.
Un día Marcus se queda solo en casa de Harry y, por
casualidad, descubre una caja de madera con cartas y fotos antiguas de su
profesor con una joven, firmadas por una tal Nola. En la caja también hay
recortes de periódicos que mencionan la desaparición de Nola Kellergan una
noche de agosto de 1975. En ese momento irrumpe Harry en la habitación y le
confiesa que, hace ya 30 años, tuvo un romance con esa joven, la misma que
desapareció aquel verano. Harry, después de confesar su secreto, le pide
discreción, pues la muchacha era menor de edad cuando se enamoraron.
Tras unos días más en Aurora, Marcus regresa a su
hogar, pero su aventura en la idílica ciudad costera no va a terminar aquí. Una
llamada de Harry Quebert le informa que el cadáver de Nola, la joven
desaparecida hacía más de treinta años y con la que había mantenido un romance,
ha aparecido en su jardín. A partir de ahí, y con el objetivo de ayudar a su
único amigo, Marcus se traslada a Aurora, a vivir en casa de Harry, mientras
que el profesor es detenido acusado de asesinato. Marcus investigará qué pasó en
realidad para poder demostrar la inocencia de Harry Quebert. Pero en Aurora
nada es lo que parece ser…
Y ya no puedo contar nada más del argumento sin
desvelar aspectos importantes de la novela.
Solo decir que es un libro que todo aprendiz de
escritor de este género debería leer por dos razones. Primero porque hay muchos
giros en la trama, de esos que obligan al lector a volver hacia atrás y revisar
lo leído para ver por qué había pensado antes otra cosa que ahora no concuerda
con lo que descubre… Es muy interesante analizar cómo el autor ha conseguido
“engañarnos”. La segunda razón es que al inicio de los capítulos hay una
lección de escritura, breve pero intensa, que le da Harry a Marcus, y que podemos
aplicar los que somos escritores, en el desarrollo de nuestras novelas.
Como punto débil del libro, y es solo una apreciación
personal, considero que al final hay algún giro forzado, y se produce la
inclusión de algunos personaje en el desenlace de la trama de manera
innecesaria, solo para liar más la resolución del caso. Se introducen también elementos
ilógicos: ¿para qué van a conservar el/los responsables de la muerte de Nola el
colgante con su nombre y el arma homicida? No tiene sentido, y más siendo los
culpables quienes son…
De todas formas, y pese a este pequeño detalle, es una novela muy recomendable para el lector en general y para los que queremos, algún día, escribir un buen thriller.
La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker
Excelente reseña, Silvia Sanfederico, muy completa y minuciosa. Este libro lo escuché en Audible, y pasé unas horas estupendas. El siguiente del mismo autor , «El libro de los Baltimore» lo tengo en papel, me lo obsequiaron en diciembre, pero después de las primeras páginas no me causó el mismo interés. Espero retomarlo más adelante.