Poema
proviene del latín poēma, y este del griego ποίημα, «creación». Y es que,
quizás, la poesía es el mayor acto de creación literaria. La poesía es
caprichosa, pues requiere unas formas, métricas y ritmos que el autor debe
preparar de antemano, pero también es caprichosa porque a lo largo de la
historia ha ido cambiando sus estructuras manteniendo, sin embargo, esas normas
veladas que siempre la harán reconocerse como poesía. ¿O es que acaso la prosa
poética no se considera también poesía?
El activismo es la dedicación intensa a alguna línea de acción
pública. En prensa, muchas veces, veremos esta palabra ligada al significado de
manifestación o protesta. En el activismo también hay protesta, por supuesto,
pero no es el núcleo central. Si unimos activismo y poesía, encontramos en esta
última un vehículo para expresar esta dedicación que la persona ha hecho suya
en alguna esfera de la vida pública.
Y esta esfera de la vida
pública, para Elena Flores, la escritora del libro que nos ocupa, es el colectivo LGTBI. Si realizamos una
búsqueda por la red, aún vemos algunos portales, como Wikipedia, que solo contemplan las siglas LGTB, aunque dentro del
artículo se haga referencia a cómo estas siglas cada vez van englobando a otras
comunidades. En el poemario de Elena Flores, Tránsito, la poesía y el activismo se juntan para luchar contra la
LGTBIfobia principalmente, pero no totalmente. Para sorpresa de todos, Elena no
solamente ataca el rechazo hacia las personas con otra orientación sexual, sino
que también reflexiona acerca del género
engendrado por el patriarcado, un tema complejo.
La identidad de género alude a la percepción subjetiva que un
individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a su propio género, por lo que puede
coincidir o no con sus características sexuales. Sin embargo, las etiquetas de
género muchas veces han sido impuestas por la sociedad patriarcal: el hombre muy masculinizado y la mujer muy
feminizada. De tal manera, que esa percepción subjetiva del individuo se ha
visto muchas veces determinada por la sociedad que le rodea, pudiendo crear en
él verdaderas contradicciones: lo que siente y lo que le dicen que debe de
sentir. Elena trata este tema, en forma de poemas, a lo largo de su poemario Tránsito.
En general, Elena, con
los versos que ha escrito en su poemario Tránsito,
desea construir una guía que intenta iluminar el cambio hacia una identidad
sociocultural que se enfrenta a lo que el mundo entiende por normalidad.
Elena Flores estará
asistiendo este mes a distintos actos públicos. El 19 de octubre la
encontraremos en el Encuentro de mujeres creadoras LBT de Madrid y el último
sábado de octubre estará en la Feria del libro LGTB de Sevilla que se
desarrolla en el Togaytherland.
Su libro puede adquirirse
en la librería Berkana, librería Luces, Amazon, Casa del Libro, y solicitando
un ejemplar a través de la distribuidora UDL.
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