Con el pasar de los años me encuentro con la falta de poder
celebrar el aniversario de muchos de mis seres queridos.
En mí siempre anidará el recuerdo de los que tan pronto han
partido.
Se marcharon y duele tanto su ausencia…
Ya no volverán, no puede ser y entonces, ¿cómo haré para
dejar de sentir este dolor?, dicen que con el tiempo… ¡cómo va a ser eso así!,
si el tiempo lo llenaban ellos con sus sonrisas, sus miradas de cariño…¡ no sé,
no sé!
¡La
ausencia!, la siento dentro de mí.
Es un sentimiento confuso que destroza el alma, una mezcla
de tristeza, añoranza, desilusión y carencia.
Hace muchos años me aseguraron que el tiempo ayuda a
destruir éste vil sentimiento…
Me engañaron, ella
nunca desaparece, más bien al contrario, con el paso del tiempo crece.
La ausencia es un monstruo que prevalece dentro de ti, y se
alimenta de tu tristeza cuando las personas que amas se marchan de tu lado, y
se vuelve poderoso cuando sientes añoranza de tu niñez rodeada de tus seres
queridos.
La ausencia… Sentimiento devastador, se queda impregnado en
tu piel, te roba la sonrisa, atrapa tu mirada y la pierde en la lejanía del
recuerdo, te menciona que nada ni nadie es para siempre, te llena de vacío y
jamás desaparece completamente.
Te odio maldita ausencia, pero te necesito, sin ti nunca
valoraría que sigo viva.
Gracias maldita ausencia por enseñarme a valorar y
disfrutar de mi familia y amigos. Tengo un tesoro y tú me recuerdas su valor ¡Gracias maldita ausencia!
“Solo
deseo que la vida no me castigue con el olvido de mis preciados recuerdos.”
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