El peligro de la tormenta que se avecina
“Deberíamos tratar de ser los padres de nuestro futuro en lugar de los descendientes de nuestro pasado”.
Miguel de Unamuno
Para llevar a cabo lo que dijo este gran escritor y
filósofo español, se debe tomar conciencia del pasado, para así no volver a
cometer los mismos errores.
En la historia de nuestro país, se sufre desde hace
demasiado tiempo el interesado y mal uso de la lengua por parte de los
nacionalismos (franquismo y partidos nacionalistas), para distanciar, manipular
y enfrentar al pueblo.
Tenemos la fortuna de vivir en un país compuesto por
diversas lenguas, junto a una gran variedad de hablas y dialectos; por lo que
es necesario cuidar de que esta riqueza lingüística sea un factor de cohesión y
de unión, nunca de enfrentamientos y odios.
Está claro que el capitalismo siempre buscará disfrutar de más
libertad para proteger sus intereses, sin tener que rendir cuentas, sin
importarle las consecuencias de su proceder y cómo repercute en los demás (es
decir, el proletariado); por ello, uno de sus principales objetivo es
entontecer y manipular a las nuevas generaciones, ya que al nacer somos como marionetas y ellos mueven los hilos para marcar
nuestro destino.
Nuestros hijos necesitan libertad de pensamiento para poder
disfrutar de una sana libertad de expresión, por lo que deben ser advertidos de
que no están siendo educados para pensar con libertad, ya que el poder
económico los alecciona para pensar lo que les interesa que piensen, controlando
los medios de comunicación y la educación. Su formación se debe basar en una
pedagogía crítica, para que así aprendan a desarrollar unos pensamientos
críticos y sean capaces de analizar las estructuras sociales desde una postura
ética y política, llevándole esto a plantearse preguntas y cuestionar lo que estudian.
En conclusión, nuestra juventud debe luchar por un futuro
digno, y es nuestra responsabilidad mostrarles la importancia de que debata todo
lo que esta sociedad les inculca desde pequeños. Ellos deben ser conscientes de
que el poder los quiere divididos, puesto que temen la fuerza de su unión.
En nuestra conciencia quedará si alentamos a nuestros
jóvenes a escuchar y obedecer a quienes los manipulan en beneficio propio.
“Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada”
José Luis Sampedro (Escritor, humanista y economista español)
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