Como explicar cómo me siento ahora mismo va a ser complicado, estamos en febrero del 2017 y no sé porque regla de tres un día me dio por entrar en un grupo de madres adoptivas, de acuerdo que fue decisión mía, y también que de igual manera que entre me puedo salir.
Pero algo me ata a ellas, el saber por sus palabras lo que puede llegar a sentir mi hijo, obviamente no a un 100% pero si me da pistas para entenderle mejor.
Lo que nunca llegue a imaginar es que también recibiría dolor, incomprensión, rechazo, comentarios que se clavan en el alma para no salir, es un juego peligroso, quiero saber pero me arriesgo a darme de bruces con algunas personas que no comprenden el porqué se dan hijos en adopción y a la vez se quiere saber de ellos.
Quiero explicar lo que me sucede, para dejar salir un poco fuera mi angustia, la que me ha quitado las ganas hoy de hacer mi vida normal, la que me ha traído a la cama a escribir.
Mi origen procede de una madre alcohólica, sufrí malos tratos físicos y psicológicos, la vi maltratar a su propia madre, pero no quiero entrar en este terreno, me voy a centrar en el que de verdad me está haciendo darle vueltas a todo lo que me ocurre.
Nunca recuerdo un abrazo, un beso, un juego, risas, tiritas por haberme caído, felicitaciones por algo bien hecho, nada absolutamente de esa madre que era la mía.
¿Qué se siente cuando tu madre te abraza, o cuando juega contigo, cuando te da respuestas a preguntas tontas, cuando acudes a ella porque tu mejor juguete se ha perdido, que se siente cuando te arropa para dormir, y cuando te despierta, cuando te hace tu plato favorito, cuando te regaña, que se siente ante mil hechos que se viven desde que llegas a sus manos hasta que la pierdes?
El querer saber de esos niños que una vez fueron nuestros pero que ahora forman parte de otra familia no es ni más ni menos que para cerciorarnos que ellos si han sentido ese calor humano de una madre, es querer perdonarnos a nosotras mismas, es ver en sus ojos que son felices con sus vidas, es dar a esos padres adoptivos las gracias por estar y ser padres, por dejar que los conozcamos, por darnos la oportunidad de ver en sus ojos la felicidad que nunca tuvimos ni podíamos ofrecerles.
Estoy muy triste, me siento juzgada, y con miedo, creí que en el año que estamos la sociedad seria mas empática, tolerante, y agradecida, pero no, me da la impresión de todo lo contrario, y duele mucho, tanto que ahora entiendo porque estamos calladas, porque no damos la cara, porque nos ahogamos en nuestro propio dolor, mejor que piensen que no nos importan nuestros hijos por no buscarlos, por no hablar de ellos, por ocultarlos, que sentirme juzgada por extrañas que no han vivido mi vida, ni la de muchas más madres que sufren al igual que yo.
Respuestas:
Algunas personas no entenderán, otras muchas sí. Te abrazo fuerte! Sé que tu dolor es doble y que siempre has querido lo mejor para tu hijo. Que lo amaste cada segundo. Te abrazo.
Gracias. Ojalá que si mis hijos deciden buscar, encuentren a una madre como tú.
Yo he tenido que cortar muchas conversaciones cuando han empezado a hablar de las madres biológicas de mis hijos. Nadie tiene derecho a juzgar a otra persona, cuando no tienen ni idea de SU realidad.
Todas las partes de esta triada recibimos comentarios hirientes. Que lo mejor es dejarlos pasar.
Esperanza si una persona entre cien te hace daño y las otras cien te aprecian, te respetan y empatizan contigo, no es mejor hacer caso y seguir ayudando a esas cien que sufrir por solo una?
A mí me ayudas con tus testimonios, me haces sentir mucho más cerca de la madre biológica de mi hija, a ponerme en su piel, en su alma y a seguir deseando que algún día busque a su hija o nos deje encontrarla..
Todos aprendemos mucho de este grupo y otras veces nos sentimos juzgados, de todo se aprende y no dudes que somos muchos quienes agradecemos tener a alguien como tú en el grupo, sino la triada no estaría completa.
Un abrazo fuerte
Gracias por atreverte a hablar, a decir lo que sientes. Yo soy adoptada. Y no pienso para nada que a las madres biológicas no les importen sus hijos. Nunca sentí eso. Jamás. A los 47 años sigo buscando a mi madre biológica justamente para escucharla y comprenderla, abrazarla y decirle que estoy bien y no le guardo rencor alguno. Como no la he podido encontrar a ella, te lo digo a ti. Te felicito por hablar. Necesitamos que hablen. Muchas veces los adoptados nos preguntamos por qué están en silencio las madres biológicas, y nos respondemos que por culpa de los prejuicios de la sociedad que las condena y las juzga sin tomarse el tiempo de escucharlas. Igual, en este grupo me consta que hay muchas madres adoptivas dispuestas a escuchar y que han hecho todo lo posible por facilitar que sus hijos adoptivos retomen el contacto con sus primeras madres. Otras, los menos, lamentablemente están encerradas en el prejuicio. Creo que una sola ha dicho cosas que yo creí que ya nadie pensaba a estas alturas, defendiendo que los padres adoptivos engañen a sus hijos. Un espanto. Pero cada vez hay menos gente que piensa así. Ánimo, Esperanza, por favor no te calles más. Te necesitamos. Te doy un abrazo enorme como el que espero poder darle a mi madre biológica alguna vez.
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