«El sonido del mar nos puede contar historias maravillosas si prestamos atención». El mar esconde en su inmensidad, en su color, en su sonido un poder enigmático. Hay una leyenda que dice que si y acercas una caracola al oído podrás escuchar el sonido de las olas, aunque estés lejos. ¿Qué hay de cierto en esto? Pues bien, en este caso os diré que la caracola actúa como un amplificador del sonido ambiental, por eso, aunque estemos lejos del mar, se sigue escuchando ese sonido tan característico. Recoge las ondas propagadas por el aire de cualquier lugar y como el efecto potencia unos sonidos más que otros, eso hace que se asemeje al ir y venir de las olas. Esa es la explicación científica, aunque es bonito pensar que el mar tiene un secreto escondido en una caracola.
Os dejo una historia inspirada en este entorno tan mágico.
«Llevaba el mar a cuestas en sus ojos y el sol en la sonrisa. Las olas sucumbían a su delicada belleza, con un suave aleteo de mariposas, y el cabello desafiado a la brisa, exultante de juventud. El mar se derramó tantas veces que, sin darse cuenta, se convirtió en desierto y el viento apagó el color de su pelo hasta convertirlo en luna. Durante todos los días de su vida caminó por aquella playa repleta de caracolas y, siempre, se paraba, cogía una, escuchaba durante unos minutos y decía algo que nadie lograba entender. Después la lanzaba al mar. Unos dicen que en aquellas caracolas podía oír la voz de su amado contándole bellas historias. Otros dicen que el sonido del mar le recordaba a sus años de juventud. Pero lo cierto era que ella sabía escuchar.
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