La banda catalana “Noctambüls” saca su segundo trabajo de estudio “Torres d´Ivory”, un disco donde desarrollan una extensa gama de estilos relacionados con el Hard-Rock, pero dando libertad a los vuelos creativos y haciendo lo más inteligente que una buena banda puede hacer: no atarse a ninguna etiqueta.
Comenzamos con el sonido, producción y mezcla en general: excelente. El sonido es actual, pero con esa nostalgia que se deja entrever en las influencias de la banda. Se nota una buena producción, arreglos muy delicados que nos sumen en una atmósfera, desde el principio, que nos traslada a esos bosques que tanto abundan en el Power Metal. Se corre el velo de casi dos minutos de intro, y ya comienza el show. “Murga” es la obertura adecuada para saber qué es lo que nos espera el resto del trabajo.
Pasamos a “Tiracanyes” y la cosa, ahora sí, se pone más bruta y rápida. La guitarra principal se pone al frente y ejerce de guía, para dar paso al resto de la banda que arremete con una buena base clásica para sacudir la cabeza. La voz tiene esa desesperación de no conformarse con nada, y se deja adivinar bien trabajada y ensayada, se utiliza como un instrumento más que añade colores con sus cambios entre agudos y a veces “rasguidos” bien puestos. Y hablando de influencias y no etiquetarse, pasamos a una “power-balad” con armónica y mucho toque de “southern rock” en una extensa (¿quizá demasiado?) composición que les permite recrear un escenario inquieto, como todo el trabajo.
Pasamos, ahora sí, a la joya del álbum “Torres d´Ivory”, doble bombo al frente y mástil arriba y abajo con un buen riff que hace de lanzadera al vocalista que se deja toda el alma en unos agudos bien puestos, bien metidos. Contamos con la gran voz, también, de la vocalista “Elisa C. Martín”, con su toque particular e inconfundible. Una canción que varía entre estilos para dejar una canción con un gran desierto de emociones en el ecuador, bajando el ritmo, con unas dosis de ácidos que me pintan un cielo azul y lleno de dudas… Las voces con efectos, el cambio de ritmo gradual se convierte en un sueño que de nuevo nos despierta con brutalidad. Esto, en directo, debe ser maravilloso. El puñado de canciones que luego terminan el trabajo los muestra confiados y recorriendo todo tipo de artilugios creativos, con buenas estructuras y grandes ejecuciones instrumentales. Me quedo con la corta y agresiva “Exili” aunque “L´escorpiblanc” también es una digna oda de furia y clásico poderío con buenas voces y arreglos de coros.
En una época digital, donde las grandes compañías cada vez apuestan menos, aunque la banca sea de ellos, encontrarte con una extensa producción que muestran un abanico compositivo inquieto y de experimentar en cada una de ellas trae esperanzas y alivio. Este disco lo tiene todo, para los amantes del Hard, Metal, Heavy, Power… Un hammond sonando a modo de suave oscuridad, armónicas, y gran juego de voces y épicas baladas. Un buen segundo paso de la banda, que nos deja pendientes de lo próximo que puedan hacer y esperando que el 2020 los encuentre en la carretera.
Entrevista a Noctambüls, por Alejandro Porcel, en Lenguas de Fuego
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