Sin
duda alguna, el conocimiento te hace un poco más libre. Por otro lado, siempre
es doloroso descubrir la verdad cuando has vivido tu vida creyendo una mentira.
Y es que creer una mentira no la hace verdad por mucho que uno se empeñe.
Porque en algún momento de la vida, tarde o temprano, uno se da cuenta de la
mentira y ya, irremediablemente, te pertenece porque es mejor asumirla como
verdad si formas partes de una organización religiosa de alto control.
Muchas
personas son capaces de renunciar a la verdad, no por seguir en el engaño aún sospechándolo
o sabiéndolo, sino porque son incapaces de admitir que han malgastado su
tiempo, su vida, creyendo una mentira e intentan justificarla a toda costa.
En
psicología, la disonancia cognitiva es precisamente eso, el malestar que tiene
una persona cuando mantiene dos ideas contradictorias o incompatibles o cuando
su creencia no está en armonía con su conducta por lo que siente la necesidad
de generar ideas o creencias nuevas para reducir ese malestar hasta conseguir
que todo encaje.
La
disonancia cognitiva es un estado muy común en la mente del ser humano que las
sectas han logrado potenciar y controlar muy eficientemente. Por ejemplo:
una persona sabe que fumar es perjudicial para la salud. Esa persona sigue
fumando. Dicha persona se justifica diciendo que de algo hay que morir.
Pero
cuando hablamos de alguien que está dentro de ese tipo de organizaciones
religiosas, le genera mucho dolor porque es el miedo a dejar de seguir esa
supuesta verdad lo que tiene atrapada a muchas personas dentro de
organizaciones religiosas de alto control sobre sus fieles, por sufrir las
temidas consecuencias que provoca dicha salida o renuncia tales como el
aislamiento social y familiar de esa persona, algo tremendamente duro de
sobrellevar porque a veces, el círculo íntimo y familiar de esa persona está reducido
a los miembros de la misma organización o secta.
Cuando
hablo de sectas, hablo de sectas destructivas o coercitivas que provocan en los
adeptos la dependencia total del grupo, normalmente son de estructura
piramidal, donde por encima de todo se sitúa un líder carismático
autoproclamado.
Es
muy normal que en una secta de este tipo, el líder o cuerpo gobernante de la
organización diga que él o ellos son los mediadores entre Dios y los hombres.
Si conoces la Biblia mínimamente, sabes perfectamente que el único Mediador
entre Dios y los hombres es Jesús (1 Timoteo 2:5) pero ellos te hacen ver lo
contrario y lo consiguen con las técnicas de control mental que utilizan,
sutiles pero tan efectivas como dañinas. Porque al final, el adepto cree seguir
la Biblia pero lo que está siguiendo es la interpretación que los líderes hacen
de la misma.
Y
te estarás preguntando, ¿cuál es el interés de estas organizaciones? El más
común es el dinero o el sexo.
La
mejor arma para combatir este tipo de organizaciones o cultos y evitar que
campen a sus anchas captando a personas por las calles de nuestra ciudad y
tocando a las puertas de nuestras casas como vemos a diario, es la información,
el conocimiento.
En
estos días, tenemos a nuestro alcance esa arma de destrucción masiva que tanto
temen las sectas que es Internet que, bien usada, nos puede, no sólo abrir los
ojos y expandir nuestros conocimientos y comprobar «la verdad» de dichas
organizaciones, sino, incluso, salvar nuestra vida tanto física, emocional y
espiritual y no es una exageración catastrofista por mi parte. El grado de
control mental que ejercen este tipo de organizaciones es brutal. De todos es
conocido la secta que tiene a sus espaldas miles de muertes por no aceptar las
transfusiones de sangre, la misma que años atrás prohibió los trasplantes de
órganos tachándolos de canibalismo y las vacunas, cuando decían que era cosa de
Satanás. La misma que prohíbe celebrar los cumpleaños, la Navidad o incluso
ejercer el derecho al voto cuando la Biblia nada de eso dice.
La
Biblia parece un libro inaccesible todavía para muchos y las sectas la
interpretan a su manera, generando doctrinas sacadas de contexto de cualquier
versículo. ¡Imagínese! La Biblia tiene más de 31.000 versículos y les aseguro
que de cada uno se puede desarrollar una doctrina con un poco de imaginación.
Incluso se les inculca a sus miembros que no pueden leer la Biblia por sí mismo
ni cuestionar las doctrinas de sus líderes por incompresibles que sean. Esto es
literal y absolutamente demostrable cuando me refiero a una muy conocida que
van de puerta en puerta ofreciendo estudios bíblicos. ¡Por favor, mucho
cuidado! Te pueden intimidar con su aparente conocimiento bíblico pero nada más
lejos de la realidad, aunque si no conoces la biblia mejor no entres a debatir
con ellos. Están entrenados para ello.
Es
precisamente de la ignorancia de las personas de lo que se nutren estos cultos.
Cualquier persona puede caer en un culto religioso pero difícilmente lo hará
alguien que tiene conocimiento real de la biblia.
«El
saber no ocupa lugar», me lo repetía mi abuelo hasta la saciedad.
Personalmente, creo que es más útil, puestos a elegir, leer la Biblia en el
colegio que el Quijote, con todos mis respectos al inmortal Cervantes. Don
Quijote le dice a Sancho: «Eso que a ti te parece bacía de barbero, me parece a
mí yelmo de Mambrino», y tiene razón en que la Verdad, a veces es relativa.
Pero
La Verdad que hay en la Biblia te puede salvar y no lo digo en el sentido
divino de La Palabra, que indudablemente lo será para el creyente. Lo que digo
es que si la conoces, difícilmente serás captado por una secta religiosa ya que
la mayoría de ellas dicen seguirla al pie de la letra cuando no dudan en tener
su propia versión de ella alterada y manipulada para hacerla encajar con sus
doctrinas. Un ejemplo: todos sabemos que don Quijote luchó contra molinos de
viento. Así está escrito. Si alguien te dice que luchó contra drones, puedes
decir a ciencia cierta que está equivocado. Pues lo mismo pasa con la Biblia,
lo que está escrito, escrito está y si lo conoces, nadie te va a engañar. Te
pueden prohibir que celebres tu cumpleaños pero la Biblia no dice tal
barbaridad.
Si
eres religioso, si eres creyente, si eres cristiano ¿a quién sigues, a la Biblia
o a una organización? Te guste o no te guste escucharlo o admitirlo, ningún
hombre es el representante de Dios en la tierra y no porque lo diga yo, sino
porque lo dice la Biblia, que curiosamente es el libro más vendido de la
historia y el libro más influyente de todos los tiempos. «Porque hay un solo
Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» 1 Timoteo
2:5
Todos
la conocen pero pocos la leen. Conocen su existencia y desconocen su contenido.
Evidentemente no quiero hacer un alegato a favor de este libro, sólo exponer mi
humilde opinión al margen de creencias. Lo que sí hago es un alegato en contra
de las organizaciones religiosas de alto control.
Ya
sabemos que casi todo está manipulado pero una cosa es segura. Existe la Biblia
y dice una serie de cosas. Si te tienta alguna organización que dice tener o
estar en «la verdad», COMPRUÉBALO, léela antes que sea tarde. Sobre todo,
porque todas estas organizaciones dicen tener o estar en la verdad. Esa
afirmación ya es un indicativo de que algo falla.
¿Quién
tiene la verdad?
Evidentemente
no la tiene nadie ni ninguna organización. Pero la Biblia dice claramente quien
es la Verdad: «Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» Juan 14:6.
Así, que cada uno obre en conciencia que, precisamente, es como se debe leer la
biblia.
«y
que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» 2 Timoteo 3:15-17
Estos
versículos, tan fáciles de entender, es precisamente el rol que ocupan estos
maestros o líderes que se aprovechan de la buena fe de las personas, de su
ignorancia y del estado emocional en que se encuentren en el momento en que son
captados.
Que
nadie te engañe, ninguna persona tiene La Verdad divina y de tenerla, seguro
que está dentro de ti. ¡Búscala! No sé si Dios te salvará por ello, pero
estarás a salvo de ese tipo de organizaciones que lo que buscan es conseguir el
control de tu mente. El dinero viene después. El miembro cree que las
donaciones que realiza son de manera voluntaria ya que no es consciente del
lavado de cerebro al que ha sido sometido.
«Examinadlo
todo; retened lo bueno». 1 Tesalonicenses 5:21
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