La vida sigue pero nada es igual, ¿no
crees?
El
tiempo pasa más lento de lo normal y ya empiezo a añorar el pasado porque el
futuro parece no llegar y cuando llegue, no sé lo que me voy a encontrar
Por
una parte estoy feliz porque los míos están bien pero mi mundo, que también es
mío, no lo está y hoy me siento más cerca de todos, más ciudadano, más paisano,
más hijo, más hermano, más esposo, más amigo pero de todos, porque quiero
pensar que soy parte de un todo.
Uno
más de un mundo que está cambiando, me lo han cambiado, ya ha cambiado porque
me temo que ya nada volverá a ser igual. Y en consciencia, espero que no lo
sea.
Estoy
escribiendo más que nunca y no es porque me sobre el tiempo que me sobra, sino
porque necesito caminar por mis pensamientos y reflexiones ya que no puedo
hacerlo en cualquier parte, en cualquier calle, en cualquier parque. Me pueden
encerrar entre cuatro paredes pero no el corazón ni la mente.
Se
me conmueve el alma y es que hay algo de mí que también ha cambiado y me temo
que seguiré cambiando si esto se sigue alargando, porque este letargo está
matando algo más que el aburrimiento.
Ya
no hacen tanta gracia las memes como al principio aún así, me gusta
verlas porque así compruebo que aún sigue vivo nuestro instinto de
supervivencia y nos resistimos a que esto nos venza.
Vestir
de humor la tragedia para soportar la incertidumbre que nos desgarra el alma
poco a poco en un tiempo donde la vida pasa como si nada y hoy más que nunca,
no podemos hacer nada.
Miro
a mi mujer y a mi hija y me pregunto ¿qué nos está pasando?, ¡si yo pudiera
hacer algo para remediarlo! Dicen que el remedio es estar en casa, permanecer
encerrados y confinados en este gran hermano planetario, pero ¿se puede estar
de brazos cruzados cuando me están arrebatando el mundo?
Ya
lo creo que no son unas vacaciones pagadas porque esto no está pagado ni con
todo el oro del mundo. Es un esfuerzo comunitario, un trabajo de todos y
necesario. ¿Podremos dejar de lado por una puta vez nuestros intereses cuando
las reglas del juego han cambiado y ahora toca jugar a ser humanos?
«El
silencio es una densa niebla que tapona hoy mis sentidos» escribí una vez para
un disco que compuse. Llevaba por título «Juicio Final» y hablaba de eso, de la
Humanidad, de hacia dónde vamos a parar.
Pero
esto está pasando y va a pasar de largo arrasando nuestras miserias, no tengo
la menor duda. Pero no nos olvidemos que algo está pasando también dentro de
nosotros. Escucha el silencio, porque el silencio tiene voz y grita, te oprime
el pecho, tiene nombre y te juzga, es nuestra consciencia.
El
silencio de tu calle, de la madrugada cuando te desvelas a deshoras porque
estás cansado de descansar, del amigo que sólo lees por whatsapp y que te hace
reír y a veces llorar, el silencio de la distancia de los que quieres, el
silencio de la incertidumbre, el silencio del miedo, el silencio de quiero y no
puedo.
Escucha,
no tanto lo que dicen como lo que sientes. Aprovecha este parón, este silencio
eterno para comprender que todos estamos en el mismo barco y que nosotros
tenemos el mando aunque nos cueste aceptarlo. Asume tu lugar en el mundo, asume
que eres juez y parte, todo y uno. Aunque estemos parados, seguimos andando y
lo haremos juntos, nunca más separados.
Algo está pasando.
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