BIENVENIDO MARZO, UN MES CON ENCANTO, UN MES CON POESÍA.
Dejamos febrero
en el olvido para lanzarnos a la aventura con Marzo. Y entre que
“Marzo es airoso” (lo cual de momento parece que se está cumpliendo, por lo
menos en Madrid) y que hay veces que en “Marzo mayea” (ya lo
veremos), nos esperan 31 días por delante para disfrutar de él.
Este mes no sólo
es importante por su climatología, también veremos desfilar una serie de
acontecimientos y celebraciones importantes, como por ejemplo, el día 1 de
Marzo es el Día de la Cero Discriminación, mientras que el día 3 es
el Día Mundial de la Vida Silvestre; su lema para el 2020: «Sosteniendo
toda la Vida en la Tierra», en favor de la conservación de especies en
peligro de extinción.
Si avanzamos un
poco más, en el día 8, se celebra el Día Internacional de la Mujer desde
1975, aunque se celebra desde antes y cuyo objetivo ha sido luchar por la
igualdad y la participación de las mujeres en todos los ámbitos. Recordamos a
mujeres valientes que lo han dado todo, nuestras madres, nuestras abuelas, mujeres
que han vivido verdaderas torturas, verdadero sufrimiento en el silencio de una
vida, si a eso se le puede llamar vida. Recuerdo a mi bisabuela sentada en una
silla de mimbre, con su delantal negro y su pelo blanco recogido en un moño, su
rostro sereno, tranquilo, rodeada de sus hijos, nietos y bisnietos, contando sus
vivencias en el contexto de una guerra y una sociedad patriarcal. Nos queda
todavía mucho camino por recorrer para conseguir una sociedad justa e
igualitaria. Veo a mis abuelos tratarse con el mayor de los respetos y con todo
el cariño del mundo. Lo he visto en mis padres y en eso les tengo que dar las
gracias, por habernos transmitido esos valores tan importantes. Ellos han
salido a la calle junto a millones de personas, para luchar por lo que han
creído. Ellos son los héroes, una sociedad solidaria, junto a las mujeres que
todavía siguen sufriendo de injusticias, pero que se arman de valor por salir
de ese infierno, aquellas que luchan por sacar a su familia adelante trabajando
todo el día fuera de sus casas por un salario inferior a lo que les corresponde
por el mero hecho de ser mujeres, lejos de sus hijos, para que estos tengan una
vida mejor. Antes que mujeres y hombres somos personas, sin distinción y, como tales, somos iguales. Pero sin la unión
de todos no será posible.
Entre otros
acontecimientos también importantes, el 19 de marzo es San José, el Día del
Padre. Recibir los regalos de nuestros hijos es algo que no está pagado con
nada. ¿Quién no recuerda esa manualidad del colegio por este día? Una llamada a
tu padre, abuelo, tío, amigo, vecino que han tenido la suerte de llamarse José,
Pepe. Y por supuesto, no olvidemos a las Josefas y Pepitas. Día de reuniones
familiares en torno a esa persona tan especial e importante.
Seguimos
avanzando en el calendario hasta el día 20, el día en el que cambiamos de
estación, además de ser el Día Internacional de la Felicidad. Abrimos
nuestros sentidos a la Primavera, una época de renacimiento en todo su
esplendor. Frases como «La primavera, la sangre altera» nos muestran que todo
se pone en movimiento, los días son más largos, el sol nos proporciona esa
energía que genera el buen tiempo.
Pero hay una cosa
que me gusta más que todo esto, y es lo que ocurre el día 21. Este día es el
Día de la Poesía, de los sentimientos, de expresar a través de las palabras,
de la belleza, en definitiva.
«Y es que abrimos los poros de nuestra piel para que florezcan los
versos a través de nuestros sentidos, que viajen en forma de latidos hasta lo
más profundo del corazón. Miramos de manera distinta, reflejados en unos ojos
que nos enamoran, acariciamos espaldas que cuentan una historia, rostros cuyas
lágrimas recorren el paso de los años en busca del mar. Olemos besos, aromas de
jazmín y cerezo, saboreamos mil y una noches en una terraza a la luz de la luna».
Tiempo de poesía:
«Un olor a primavera desprende tu pelo rubio como el sol, con sus
destellos frutales, olor a hierba recién cortada, natural como los pinos de un
bosque que florece a la orilla de un río, allí donde se respira paz y el aire
huele a tierra mojada.
Y tus ojos rebosan olor a mar cuando derramas un afluente de vida
que desemboca en la playa de mi existencia. Un olor decidido, en una estela de
lucha, de miradas que te siguen porque eres la estrella más bonita del
firmamento. Y tus manos, allí donde la vida ha dejado su huella, me ofrecen
toda su fragancia, fresca, sencilla.
¿A qué hueles cuando te miro?
Hueles a Primavera».
[«¿A QUÉ
HUELES CUANDO TE MIRO?» , del libro «Disculpa, ¿me recuerdas?, por
Sofía Robles.
Llegamos al final
de este viaje por el mes de Marzo. Por supuesto que estas fechas son sólo unas
cuantas. Si te apetece compartir conmigo alguna poesía o alguna curiosidad
sobre el mes número tres de nuestro calendario, me la puedes enviar durante
todo este mes.
Hasta la próxima.
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