“Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, (1805-1875), el IBBY promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles, juveniles y la lectura entre los más jóvenes”.
¡Que fantástico sería! que todas las personas que tienen el privilegio de saber leer le dedicaran tiempo especial a los mágicos libros para ser grandes, para ser exitosos, para ser emprendedores, pero sobre todo para aumentar su léxico verbal y mejorar su ortografía. He conocido muchos universitarios que tienen pésima caligrafía u ortografía; si en todos los colegios enseñaran más sobre lexicografía quizás todos fuéramos letrados, seguramente nuestro dialecto fuera enriquecedor e inagotable.
Desde este presente, padres de familias están invitados a inscribirse en su agenda en la que cada día debes dedicarle 10 minutos por lo menos a leer juntos algún libro de formidable contenido, así podríamos reducir el lego en el que se ahoga gran parte de la población y que cada día va en aumento, especialmente en la juventud: escriben ilegible -ni ellos mismos entienden-. Una pena porque también los padres son esclavos del monitor o celular. Por estar concentrados en la redes sociales (o “redes suciales”) se olvidan que tienen que dedicar tiempo exclusivo a sus hijos; un buen padre debe enseñarle lo mejor a su hijo, con buenas costumbres, educación y siempre lo mejor que le sirva el día de mañana para ambos, eso ayuda a desarrollar una sociedad con elegancia admirable.
Leamos lo exquisito, aunque sea poco, pero si lo hacemos diariamente nos destacaremos en lujo de conocimiento; así viviremos en un mundo fenomenal. Leamos lo que nos guste y provoque inspiración. Penosamente en muchos países de todo el mundo la educación en diferentes niveles se rebalsa en abundancia de mediocridad mayoritariamente. A gran parte de los gobiernos actuales de distintos países les interesa una población nutrida de tosquedad, la educación de calidad es símbolo de prosperidad… cuando nos perdemos en la dulce lectura sobre los temas que nos apasionan comenzamos a descubrir una vida excepcional, fielmente pueden confirmar con hechos aquellos que desde niños han sido lectores y que hoy sobrepasan las 5 décadas de existencia, ellos no me dejan mentir.
Insto a niños, jóvenes, adultos y a todos en general a leer contenidos de tus agradables preferencias, la lectura te ayudará a convertir en realidad cualquiera de tus objetivos, ten presente siempre, que leer debe ser tu singular objetivo. No derroches tu inestimable tiempo en lo que no le dará aroma a tu existir, como por ejemplo, dedicar tiempo en exageración a programas televisivos de ficción o farándula, estar conectado mucho tiempo en las diferentes plataformas digitales que en muchos hogares han secuestrado la alegría del núcleo familiar, todo por no darle excelente uso al espectacular mundo moderno.
Lee, escucha y mira lo que realmente aporte excelencia a tu vida, eres libre de hacer lo que quieras con tu tiempo, pero no exageres en malgastar la oportunidad de hacer incontables maravillas con el tesoro de tu tiempo. No te entregues mucho a la «diversión», puedes hacerlo pero con límite definido, cuidado te conviertes en deslumbrante adicto, si vas hacerte adicto que sea del aprendizaje, invertir el tiempo en educación es un hábito que merece adoptarlo e ilimitadamente si aún no lo has hecho.
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