Ruido blanco, libros negros

El cuarto libro de Sebas Abdala “Ruido Blanco, Libros negros” se comenzó a escribir en el año 2016, a la vuelta de un bolo en Benidorm donde fue a cubrir a la banda Osezno. Luego de ver a la banda pensó que ojalá pudiera transmitir la furia de los grupos que solía ver. En una mañana fría se dijo “¿Por qué no?”, y se le ocurrió acompañar sus poemas con letras de la música que más escucha: Metal Extremo. Mal dormido, contra una ventanilla, comenzó a darle forma a algunos poemas y a apuntar canciones del úndergound español y de su pasado. El estilo que consiguió no contiene rimas, ni décimas, ni puntuación ortodoxa, pero sí una contundencia metafórica terminante por las descripciones vívidas. La temática es variada, pero lo que ha intentado en cada una de las líneas que cubren lo cotidiano de un dolor físico o emocional, es poner tanta fuerza como lo hace un músico de Metal. Con mucho ambiente místico al tener memoria perfecta de varios sueños lúcidos con seres que ya no están vivos (poemas llamados diafonías), al fin termina de estructurar el concepto y, arropado por canciones escuchadas decenas de veces, da por terminado no solo el libro, también una etapa de su vida, de su carrera.

Tres años más tarde, y con un concepto arriesgado a nivel técnico, a través de Libros Indie edita “Ruido Blanco, Libros negros”, libro que define el estilo de la poesía callejera más severa y cruda de Sebas Abdala (Metapoesía o Poesíacore según el autor). Con temática que recorre desde húmedos cuartos de hoteles pensando en ausencias irrecuperables, paisajes abandonados, o situaciones bizarras en plena calle, la esencia de cada uno de estos textos se afianza en el profundo amor y la soledad, sueños y despertar, oscuridad y luz. Ironía y tristeza.

Adjuntamos un poema y el enlace a youtube de la canción de referencia en caso de que deseen escucharla

Diafonía 3

“Tantas veces intenté dejar cosas atrás,
nunca encontré razones que hoy
me pudieran hacer olvidar.
algo dentro me está matando,
algo no deja de quemar
algo dentro está disparando
balas de fuego y de sal”
OseZno

caminé durante horas
atravesando el frío
enumerando cada una
de las cosas que
me obligaron a amarte

las vi proyectadas
y llenas de metafísica y misterio
desperdigadas en el cuarto

en tu pijama de jirafas
en tus calcetines rosados
con rayas blancas
en tus pasos limpiando la casa

caminé en las madrugadas
atravesando el silencio
que impuse al nombrarte
y que no respetaste
y
de todas formas
te me viniste encima
en cada noche
que no pude tenerte
y
todas las cosas
que
me obligaron a amarte
abrieron sus fauces