El Manifiesto da a conocer a uno de los grandes y prometedores jóvenes autores de poesía que han surgido en la nueva generación de escritores nacidos después de La Palabra y la Memoria: Guinea Ecuatorial, 25 años después. Su autor, Luis Nsue Mia, no ha hecho más que trabajar todos los días en la creatividad poética, donde ha combinado entre sus versos libres, voces de esperanza y de satisfacción, cargados de fuerza y de valentía.
Su temática no representa ningún pensamiento revolucionario, ni de corriente política, solo se remueve dentro de la cultura literaria.
Publicar desde nuestra república sigue costando un ojo de la cara. Luis Nsue Mia ha tenido que enfrentarse con toda esa filosofía del pesimismo que imparte un grupo de ilustres de una época aparentemente de éxito, que no han hecho más que venir hablando de ellos mismos todos los días como si fueran el futuro, pese a las cantidades de décadas pasadas.Obras como “El Manifiesto” representan la esperanza, esa luz que todos esperamos, pese a nuestras limitaciones, ver al final del túnel.
Todas las poesías que componen este poemario, según cuenta el mismo autor, le aliviaron las muchas noches sin dormir tratando de encontrarse consigo mismo en conexión con los demás.Hoy Luis Nsue Mia lo festeja. Concibe la poesía como un estilo de vida en búsqueda de su plenitud. Y nos sirve estos versos en bandeja de plata, con el anhelo de que, nos llegue preferentemente a todos.
Matías Elé Nzang
Manifiesto
Contemplando la esencia Al son del naufragio donde yace La muerte y el miedo anclado En la fatiga de los dioses huye. Voces se auscultan al vacío Junto a la sangre que inviste La espada de guerreros caídos. La caballería en desastre cabalga, Vulnera, disputa y deserta Hundido en el silencio de la noche Que tiene escrita su destino. Se oyen voces… Acecina el jinete oscuro Y del abismo vuelve la angustia De un vino servido por esclavos, Este que hace grande el paladar De las almas desesperadas. Cae la noche en la ciudad Perdida como la hambruna En la casa famélica. Y cuando el reino de la luna Gobierne por fin la tierra, Hogar de vivos y muertos, Empapada con el odio Con mano firme Que la de su esposo albino. El búho cantará de nuevo Su molesto canto Como la esclava de la noche A la que fue condenada. Y entonces en la cripta De la angustia tomará El sabor del sufrimiento Cuando en el corredor del mundo Vuelvan los pasos del soldado Ligeros como la pluma y rápidos como el rayo Anunciando el tiempo En que llega la muerte. Mientras la muerte Reposa en la mirada Del viento oceánico que ondula, Riza, encrespa y desgreña Un beso rudo y violento. Se extirpan del suelo raíces, En el bosque, los últimos gritos De quienes ahí dieron sus vidas. Y todo el rencor que ahí habita Al vacío retorna y en su presencia Toda realidad se hace escasa, Insuficiente y exigua Como los tiempos oscuros De cruzadas en el limbo Cuando las mentiras eran creíbles.
¿Cuántas veces han fallado Los disparos del soldado glotón ¿Cuántas caídas sin fin a la muerte acechan? Todo sigue igual como antes. Nada ha cambiado… En el nicho del delincuente Vuelven a engordar La hierba oscura Que prorrumpe entre aguas Del arroyo de los difuntos. No hay palabras Que describan esta soledad. No hay hombres Que narren esta historia Todo es cementerio, Todos es muerte, Todo es silencio. Todo es desierto.
Luis Nsue
impresionante poema y felicidades al autor; no obstante, se podria darle mas importancia a las comas, ellas nos llevan a una lectura mas pacifica y sin prisas, para asi poder disfrutar mas de la lectura.