¿Cuántas veces hemos oído que estamos en este mundo de paso, que no somos «nadie» y que no deberíamos planificar nuestro futuro porque no sabemos si lo habrá? Pues es cierto. En estos meses de locos estamos viviéndolo en primera persona. Nada de hacer planes, ni a corto, ni a medio y, mucho menos, a largo plazo. No nos queda más remedio que vivir el día a día, sin saber qué ocurrirá mañana.
Pues bien, no todo se paraliza durante el mes de noviembre, como por ejemplo, el NaNoWriMo. El NaNoWriMo, o National Novel Writing Month (Mes Nacional de Escribir Novelas), es un proyecto de escritura creativa que se produce desde 1999 durante el mes de noviembre. ¿En qué consiste este proyecto? Consiste en escribir una novela de al menos 50.000 palabras. Podemos pensar que no es para tanto. ¿Cuántas novelas existen en el mercado que alcancen esa cantidad de palabras? Unas cuantas, ¿verdad?, ya que esta extensión se considera más de novela corta, pero aquí el reto está en escribirlas durante un único mes: noviembre.
Dicho así, la cosa cambia; haciendo una sencilla operación matemática nos sale la indecente cantidad de unas 1667 palabras por día (son casi dos páginas con espacio sencillo y fuente 12). Las novelas pueden ser de cualquier tema y cualquier género. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de este reto, en 2005 la suma de todas las palabras entre todos los participantes ascendió a más de 714 millones. Da vértigo el solo hecho de pensar en esta cifra. Cantidad sobre calidad, aunque no se descarta ambas. Eso sí, luego tienes el resto de meses para trabajar en tu novela, cambiando por allí, quitando por acá.
NaNoWriMo no cuenta con métodos antitrampa, ya que se trata de la satisfacción personal de haber logrado el objetivo. Todo aquel que llegue a las palabras indicadas al finalizar el mes se considera ganador. No compites con otros rivales, sino contigo mismo. Otra duda que surge a raíz de este reto es si hay que escribir una novela y si hay que publicarla. Claro que no. Puede ser un ensayo, relatos, biografías, reflexiones… mientras llegues a las 50.000 palabras. Y no, no hay que publicarlo, si no quieres, claro.
Mi experiencia en NaNoWriMo ha sido positiva en cuanto a que me ha servido para coger el hábito de escribir, a no procrastinar y a desarrollar el primer borrador de una idea, pero nada más. Luego está el querer o no seguir dándole forma al trabajo.
Como ejercicio de escritura es insuperable, si eres capaz de hacerlo en noviembre, puedes hacerlo en cualquier otro mes. ¿Repetiré este año? Sí, ya tengo mis herramientas listas para lanzarme a la aventura y con ganas de disfrutar del proceso, allí donde las palabras forman una historia, donde las historias cobran vida. PREPARADOS, LISTOS… ¡YA!
Un momento… ¿pensabais que se me había olvidado hablar de otro día especial como es Halloween? Claro que no, lo podéis leer en otro de mis artículos, junto a una «Pandilla muy Especial«.
Hasta la próxima.
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