Con motivo de la participación del pintor valenciano Antonio Fillol (1870-1930) en la exposición colectiva Invitadas que exhibe en este momento el Museo del Prado, la fundación El Secreto de la Filantropía y Elca Ediciones han reeditado el libro «Antonio Fillol: Naturalismo radical y modernismo», del catedrático de Historia del Arte, Javier Pérez Rojas y el profesor, José Luis Alcaide
El libro, además de reunir los cuadros del artista, recorre su evolución, desde el naturalismo radical de sus inicios hasta el impresionismo modernista hacia el que evolucionó después. Pero es también una reivindicación de la maestría de un pintor que, a pesar de haber sido muy apreciado en su época, no ha sido justamente reconocido por la posterioridad como sí lo han sido otros maestros del momento.
En este sentido, fiel a sus principios fundacionales, la fundación El Secreto de la Filantropía ha puesto en marcha con la reedición de este libro, la primera de una serie de iniciativas que tienen por objeto apoyar y fomentar la cultura valenciana. En palabras de su presidente, Luis Trigo, “el hecho de que el Museo del Prado se haya fijado en un artista como Fillol para una de sus exposiciones más importantes nos ha animado a reivindicar su figura tanto en Valencia como en España”.
Como el propio Fillol confesaba en unos apuntes autobiográficos encontrados tras su muerte, en sus obras se afanaba más por mostrar una idea -generalmente de denuncia social- que por dejar traslucir la técnica pictórica. Ese afán lo convirtió en un cronista sin tapujos de la realidad social del momento, con escenas que abordaban y ponían al descubierto la verdad cruda de algunas situaciones y circunstancias sociales de la época. Una verdad muy alejada del idealismo imperante de su tiempo.
Y esa cualidad de pintor de ideas contra determinadas situaciones sociales es la que le ha hecho merecedor ahora de que se hayan incluido en la muestra Invitadas del Prado tres de sus obras: La bestia humana, El sátiro y La rebelde (que ilustra la portada del libro reeditado).
En esos mismos apuntes autobiográficos, Antonio Fillol relataba como fue tratado de inmoral por las dos primeras en distintas ediciones de la Exposición Nacional de Madrid. La bestia humana, según sus propias palabras “fue recibida en los primeros momentos poco menos que a pedradas”, aunque otros “la ensalzaron, demostrando a la vez que la finalidad de ella era sana y altamente educativa”. Por esta obra recibió la segunda medalla de la exposición (1897), aunque le negaron el importe económico del galardón; mientras que El sátiro fue rechazada en la muestra de 1906 “porque el asunto de ella, decían, ofendía la decencia y el decoro de las buenas gentes”.
En el primero de estos cuadros, La bestia humana, Fillol denuncia la iniciación en la prostitución de una joven huérfana, empujada a ello por una alcahueta mientras el hombre al que se ha de someter espera impasible. En El sátiro, la escena es igualmente cruda. Un adulto, acompañado de una niña, identifica al hombre que ha abusado de esta. Y en La rebelde, una joven gitana es expulsada por su familia del campamento en el que vive entre increpaciones.
La reedición del libro Antonio Fillol: Naturalismo radical y modernismo se presentará el próximo 10 de diciembre a las 19 horas en el Colegio de Arquitectos de Valencia.
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