Es Navidad, nace el niño, el que ha de alumbrar la senda, sin honores, sin abrigo, sin presentes, sin ofrendas. Es Navidad, nace el niño, no sucede como cuentan, pero escriben muchos libros que aseguran lo que inventan. Es Navidad, nace el niño, el que pide en las aceras, el que recibe el castigo, el que viene en la patera. Es Navidad, nace el niño, tal vez ya tocó en tu puerta, quizás imploró tu auxilio y tú no te diste cuenta. Es Navidad, nace el niño, el que trabaja y se esfuerza mientras los actos del rico enriquecen su pobreza. Es Navidad, nace el niño, dicen que todos se alegran y él sonríe con cariño porque entiende mi impaciencia. Y el niño se vuelve hombre. Y el Hijo del Hombre afrenta. Escribe la historia un nombre y un lugar en Galilea. Es Navidad, nace el niño, el niño se vuelve letra, y lo escrito es solo un río que en el mar se hace poema.
Este niño tuyo Germán, nuestro, es como tu poesía… Nace y vuelve a nacer, como «los peces en el río», sin plásticos dentro de las tripas… Naturales como los buenos versos. Me encantaaaaaaaaa!
Muchas gracias, María José. Un abrazo grande.