En la mitología griega, las musas eran, según los escritores más antiguos, las deidades que inspiraban las Artes, cada una en los diferentes rasgos artísticos y del conocimiento.
Eran hijas de Zeus y de Mnemósine (del griego mnếmē, “memoria”), la personificación de la memoria, siendo hija de Urano (el titán personificador del cielo) y Gea (diosa que personifica la Tierra). Según la mitología, Zeus y Gea engendraron a las musas en 9 noches consecutivas, naciendo en un parto múltiple en Pieria, al pie del Olimpo, por lo que también se les asocia a las Piérides, las nueve hijas de Píero –rey de Macedonia-, que estaban especialmente dotadas con un talento especial para el canto, la poesía y la música.
Forman parte del séquito de Apolo, el dios olímpico de la música y patrón de las bellas artes, y bajaban a la tierra a susurrar ideas e inspirar a los humanos mortales que las invocaran. En la época más arcaica eran las ninfas inspiradoras de las fuentes, en las cuales eran adoradas.
Popularmente tenían su equivalencia en la mitología romana: las Camenas, las náyades o ninfas que habitaban en los manantiales, pozos y fuentes cerca de Porta Capena (Roma). Eran 4: Carmenta (la principal), Egeria, Antevorta y Postvorta. Estas eran sabias, a veces anticipaban el futuro y se les consideraban dadoras de fertilidad, por lo que se pensaba que eran las protectoras de las novias como futuras madres. Sin embargo, esto es erróneo ya que lo único que tenían en común eran los manantiales –las náyades únicamente en el manantial de Porta Capena mientras que las musas, en diversos manantiales; pero en cuanto a las funciones de unas y otras, nada tenían en común.
Hesíodo, considerado en primer filósofo griego (siglos VIII-VII a. JC), es el que les concede sus nombres individuales:
CALÍOPE (“la de la bella voz”): era musa de la elocuencia, belleza y poesía épica o heroica (canción narrativa). Se la representaba con aire majestuoso y con una corona dorada que, según Hesíodo, indicaba su supremacía sobre las demás musas.
Clío (“la que ofrece gloria”): era la musa de la Historia épica. Su función era mantener vivos los actos generosos y los triunfos. Se la representa coronada con laureles, una trompeta en la mano izquierda y un libro abierto de Tucídides en la derecha.
ERATO (“la amorosa”): era musa de la poesía lírica-amorosa (canción amatoria). Según el poeta Apolonio de Rodas, su nombre tiene la misma raíz que Eros (dios del amor), que aparece a sus pies. Lleva rosas en su cabeza, y está apoyada en una cítara.
EUTERPE (“la muy placentera”): su nombre proviene de eu (“bien”) terpein (“contentar, encantar”), y era la musa de la música, especialmente del arte de tocar la flauta. Se representaba coronada de flores y en la mano un flautín. En otras ocasiones lleva otros instrumentos como violines, tambor…
MELPÓMENE (“la melodiosa”): era la musa de la tragedia. La tragedia como difícil arte que despierta el ingenio y la imaginación. Se le representa ricamente vestida, con una diadema en la cabeza y portando una máscara trágica como su principal atributo. Una leyenda cuenta que tenía todo lo que podía tener una mujer: hombres, belleza, riquezas, y, pese a ello, no era feliz. Ese es el drama de la vida: tener todo no otorga la felicidad.
POLIMNIA (“la de muchos himnos”): era la musa de los cantos sagrados y la poesía sacra (o himnos). Al parecer, ella inventó la lira y agricultura. Se representaba vestida de blanco, recostada y apoyando un brazo sobre una roca, en actitud pensativa. En otras ocasiones aparece llevando unas cadenas que representan el poder de la elocuencia, o bien cubierta con un velo, indicando su carácter sagrado.
TALÍA (“la festiva”): era la musa de la comedia y de la poesía bucólica. Presidía los banquetes y otras festividades, otorgando dones de abundancia. Aparece representada como una joven risueña llevando una máscara cómica; en ocasiones lleva un cayado de pastor y una corona de hiedra en la cabeza, símbolo de la inmortalidad.
TERPSÍCORE(“la que deleita en la danza”): era la musa de la danza y la poesía coral. Es representada como una joven esbelta con una corona de guirnaldas en la cabeza, con una lira entre sus manos.
URANIA (“la celestial”): era la musa de la astronomía, la astrología, la poesía didáctica y las ciencias exactas. Era la menor de todas las musas. Se la suele representar vestida de azul (en representación de la bóveda celeste) y llevando un globo terráqueo, que mide con un compás. Tiene una diadema compuesta por un grupo de estrellas, las cuales también lleva en su manto. A sus pies suelen aparecer instrumentos de matemáticas.
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