Los sueños del mar
Con el canto de las rosas, danzaron las abejas en mi ventana.
Las mariposas con ojos dulces miraron desde los claveles.
¡Y una dulzura inmensa me extasió como a los niños!
Las estrellas se tardarán, comprendiendo la hermosura;
de los robles, al despertar, encontrando promesas de un mundo mejor.
Y rompí en llanto… Y me aferre a historias de sueños de luz…
Y canciones de los viejos danzaron en mi mente, soñadora…
El sol me miraba con ternura.
Las camelias se dormían,
y el cielo jugaba con las nubes, alegrando mi corazón enamorado…
Y cuando los girasoles románticos, abrieron la primavera,
vi en mi rostro tanta magia,
¡que me dejo los sueños del mar!
Vinilos
El último arcoíris trajo el rosa de tus labios a mi ventana que ilumino rayos de sol a mis días de oscuridad. Recordé que tu partida se extendido en los horarios académicos y el trabajo de medio turno, ladrones de tus caricias en noches de incertidumbre. Mi amor permanecía firme aunque tus llamadas se nublaron, las cartas frías y silencios profundos anunciaron el final a mi corazón. Mis lágrimas no cesaron y comprendí que los vinilos sólo existieron de mi parte, y los tuyos habían muerto.
Encierro
Paredes con cuadros
y mariposas coloreando el tiempo
de anécdotas e historias
que pintan fragmentos de vida.
El abuelo se ha ido
a jugar con los luceros
que alumbran las ventanas
en días de otoño.
Las margaritas entonan
recuerdos de la infancia
que dibujan fotografías del pasado.
¡Encierro! Cantos de puertas
que desean las calles y el sol
perdidas en la incertidumbre
de un presente ambiguo
en tormentas de hombres y mujeres
sin luz.
Sentado en el balcón
En las frías calles de junio los recuerdos empezaron a entonar las melancolías que jugaron con las fotografías del ayer. Emma, recordó que los momentos dolorosos se podrían borrar si empezábamos a olvidar; que los hijos no vendrían de su vientre serían un regalo de esa fundación de niños.
Su intento por hacerlo fue hermoso pero su ego no podía soportar alguien que no fuera de nuestra familia y partió esa mañana sin decir adiós. He llorado como un niño sin consuelo, sentado en el balcón tratando de encontrar porqués que no tienen sentido. El amor de mi exmujer se esfumo como las brisas que bailan con septiembre aniquilando mi corazón.
Be First to Comment