¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar cómo surgió el arte? ¿De dónde surge ese género musical que tanto nos gusta? ¿Qué tal si les pregunto por el estilo que los define? El arte es tan amplio que sólo por ésta vez, nos dedicaremos a hablar sobre una de sus ramas: la Música.
Siendo más específicos, uno de sus géneros más controversiales, el BLACK METAL. No está demás aclarar que es la visión de éstos simples mortales que intentan plasmar en algunas palabras el sentimiento e historia de lo que aquí leerán. Les deseamos buena lectura.
El Black Metal es un sub género extremo del Heavy Metal que encuentra sus orígenes en el Heavy, el Thrash, y el Doom, que surgió alrededor de los años 80 en Noruega.
Este género se caracteriza por sus letras con tintes satánicos, naciendo como un modo de expresión musical de los movimientos anticristianos. Con voces rasgadas y agudas, guitarras rápidas y blast beats, el Black Metal ha dejado su marca en la historia musical. Oportunamente, el género obtuvo su nombre gracias a la banda británica Venom, con su disco titulado “Black Metal”, donde si bien no tiene nada que ver con el género, supuso una gran influencia para la creación del black metal, tanto por letra y estética, entre otros factores, aunque no es un álbum de black metal íntegramente, pues presenta un sonido completamente propio de la NWOBHM – New Wave of British Heavy Metal – pero en la más sucia y agresiva de sus versiones, lo cual influenciado en gran medida por el thrash metal, género que sentó las bases del black metal.
Los padres de éste género son los auto consagrados creadores del black metal, la banda MAYHEM, con influencias como Venom y Hellhammer. Otra banda que colaboró en la creación de éste estilo fue Mercyful Fate con la forma de cantar que impuso King Diamond y le dio esa forma particular de voz en el Black metal.
Si analizáramos su música como tal, podemos decir que suelen sonar “sucios”, dadas las influencias del thrash metal, a tal punto que muchos músicos aseguraban que si la producción fuera demasiado limpia, no se lograría transmitir el sentimiento de frialdad y desolación que caracterizan al Black Metal.
Desde otro punto de vista, el Black Metal también fue – y será, probablemente – un movimiento social. Mayhem fueron los creadores del Inner Circle, junto a otras bandas como Burzum, Emperor, Darkthrone, Immortal, Eslaved. Fue una organización anticristiana formada por diversas personas relacionadas con el movimiento black metal, cuyos principales objetivos eran erradicar el cristianismo de Noruega y organizar a los grupos musicales del género que compartían una ideología nórdica, y pagana. Con el correr de los años, las nuevas fusiones que han dado origen a otras ramas como lo son el black sinfónico, black melódico, black death metal, progresivo black metal, que como dijo en su momento Varg Vikernes: “el mundo necesita oscuridad, porque el exceso de luz no nos ilumina ni nos abriga sino que nos ciega y nos abrasa”, no es novedad que la música sea la vía de protesta contra algo, lo realmente debatible fueron los métodos, que aunque son leyenda dentro del Metal, es en éste caso que debemos decir: El fin NO justifica los medios. Ya para la década de los 90s el Black Metal estaba instaurado en Sudamérica, más puntualmente en Argentina. El black metal argentino proviene desde la banda Cerbero, cuyo sonido y estética se acercaban más al proto-black metal de bandas extranjeras como Venom o Celtic Frost. Cabe destacar que varios de sus miembros fueron figuras claves en la formación de la escena pesada argentina, entre ellos Antonio «Tano» Romano, Beto Cerioti, Karlos Cuadrado y Willy Caballero. Sus letras contenían una particular mezcla de contenido social y anticristianismo, denunciando la complicidad de la Iglesia Católica Argentina con el golpe militar de 1976.
Posteriormente, en los 90’s surgieron gran cantidad de bandas con un estilo más cercano al black metal noruego de Darkthrone o Immortal. Entre ellas se encontraban Infierno (1989) y Sartan (1991). De esta última se desprendería Profecium (1993), que grabaría 2 discos, Satanás —el primer LP Black Metal de Argentina— y Socialismo. Los miembros de Sartan y Profecium también participaron e iniciaron Poder Negro en 1995, una unión entre las escenas punks y metaleras del oeste de Buenos Aires que esgrimía ideales antifascistas y mantenía lazos políticos con el trotskismo.
Por esos años, un grupo de satanistas formaron su propia banda, Panikos en 1996. Todos sus miembros continuarían con otros proyectos, como Austrum, Gevurahel y Grima Morstua, entre 1999 y 2001. Otros grupos con ideología satanista con varios años de trayectoria son Infernus y Culto Macabro, ambas de la ciudad de Rosario – Santa Fe – Para mediados de la década del 2000, aparecieron también grupos con una ideología nihilista por fuera del satanismo, como Lure of Flames o Viento Patagónico.
Argentina desarrolló a su vez una escena de NSBM – Black Metal Nacional Socialista – centrada alrededor del Southern Elite Club, una agrupación de artistas con ideas de derecha que operó clandestinamente. Entre las bandas de este subgénero destacaron Nachtgeblüt, Campo de Mayo y Furor, nacidas entre 2001 y 2002. Las bandas de este círculo mantienen lazos con agrupaciones neonazis como Legión Pretoriana o fanzines como Sangre y Gloria.
Al mismo tiempo, nacieron bandas con un contenido lírico muy diverso, como la banda parodia The True Mierdum o el proyecto unipersonal VII Batallón de la Muerte, cuyas letras hacen referencia a la
historia Argentina. También emergió el black metal sinfónico, cuyos pioneros Inferi (1997) lograron girar por Europa, presentándose junto a referentes como los Hate o Vesania. Otros exponentes del subgénero son Mortuorial Eclipse y Lord Mortt. Incluso se dio la fusión del black y el death metal a la manera de Behemoth, con la banda Lepergod, de 2013, logrando llegar a tocar en el festival Wacken Open Air.
Para la década del 2010, comenzó a llevarse a cabo una lenta renovación en la escena local. Wulfshon, Wolver’s Winter, Abreacción y Genuflexión fueron algunos de los artistas que viraron hacia sonidos más esotéricos y paganos, con una estética ligada a la naturaleza y a la espiritualidad. En paralelo, Dead Rooster y Congregación Salesiana tomaron influencia del sludge metal y del stoner rock. Finalmente, bandas como Dragonauta en su disco Entropicornio, Heksabort o Uroboros fusionaron el black metal con elementos progresivos inspirados en bandas como Enslaved, Solefald o Sigh.
Actualmente, la escena Argentina está en su mayor momento de renovación con la aparición de un nuevo black metal que rompe con los clichés del género y abraza influencias tan variadas como el avant-garde, el shoegaze, el rock gótico, la música experimental y la psicodelia oscura.
Una vez más, nuestras bandas favoritas reflejan nuestras vidas y pensamientos. En algunos casos hasta los más oscuros. La música nace cuando hay algo que decir.
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