Press "Enter" to skip to content

Entrevista con el escritor Germán Vega

Germán Vega (Las Palmas,1966) lleva por bandera los colores de Canarias y una sonrisa. Germán Vega mira fijamente y habla pausado. Le gusta vivir, y le gusta que la música, la literatura y lo extraordinario o paranormal formen parte de su vida.

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, y Máster en Gestión Empresarial y Dirección de Recursos Humanos, ha publicado las novelas Verdades Cruzadas (2016), La sonrisa del mal (2018) y Yo te maldigo (2019).

Hoy le entrevistamos con motivo de la aparición de su última novela, publicada en la Editorial SG, Brillando en tu oscuridad.

Paco Santos – ¿Recuerdas tu primer acercamiento a la lectura? ¿Y de qué modo iniciaste tu singladura como escritor?

GERMÁN VEGA – No me aficioné a la lectura de niño, sino en torno a los veinte años, y con los libros de Vázquez Figueroa, el escritor canario. Eran libros breves, de aventuras, con un estilo atrayente. Luego conocí al señor King (Stephen King), adentrándome en su extensa obra. Y desde entonces no he cesado de abrirme a nuevos autores.

     Como escritor, es verdad que desde muy jovencito comencé a componer poemas. Si algo leí antes de los veinte, fue precisamente poesía, los clásicos sobre todo: la Generación del 27, la del 98, Garcilaso de la Vega, Quevedo, Góngora… Pero en la escritura, como narrador, siempre lo digo, me inicié en 2014 a partir de un hecho trágico como fue la muerte de un ser querido. Esa circunstancia me impulsó a reflexionar sobre la vida y la muerte, pensamientos que se tradujeron en mi primera novela, VERDADES CRUZADAS, mezcla de mis pensamientos, la fe que me inculcaron de pequeño, mis lecturas y los testimonios de carácter extrasensorial de dos personas muy próximas a mí. Una novela diferente a lo que he venido escribiendo después.

Paco Santos – Después has publicado LA SONRISA DEL MAL y YO TE MALDIGO. ¿Qué lugar ocuparía BRILLANDO EN TU OSCURIDAD respecto a tus anteriores novelas? ¿Consideras que estaba en germen en las obras anteriores o supone un salto cualitativo respecto a ellas por su complejidad o su estilo? Aprovecho para señalar que en esta novela aparece un personaje procedente de la primera, como se adelanta en el prólogo.

GERMÁN VEGA – Es una pregunta difícil. Diría que ocupa su lugar. Hay gente que considera que con YO TE MALDIGO forjé un estilo propio. Como anécdota, recuerdo el halago de una amiga que después de leerme dijo que ya no me consideraba “el Stephen King canario”, sino que me consideraba el escritor Germán Vega y como a tal me seguiría leyendo. Y justamente BRILLANDO EN TU OSCURIDAD viene a reafirmar ese estilo propio.

Paco Santos – Desde luego, el sello de Germán Vega se reconoce en tus obras. Vamos a centrarnos en tu nueva novela. Y quisiera que nos hablases en primer lugar del argumento. Un párrafo inicial magnífico, casi oracular, anuncia qué nos aguarda en las siguientes páginas. Comencemos por el título: BRILLANDO EN TU OSCURIDAD, porque es muy revelador. Durante mi lectura he contado al menos diez referencias directas a la oscuridad, con matices distintos. Más que una oscuridad, he encontrado muchas oscuridades…

GERMÁN VEGA – La novela se adentra en la oscuridad de la negación de nosotros mismos o de nuestro pasado, la oscuridad de lo oculto y lo sobrenatural, la oscuridad como falta de conocimiento, la oscuridad de la enfermedad mental, la oscuridad de la depresión.

Paco Santos – Esta variedad de matices aporta riqueza a la historia. Y, sin embargo, ¿consideras que se trata de una novela oscura? ¿Te describirías a ti mismo como oscuro?

GERMÁN VEGA – (Germán nos inquieta con una pausa que se prolonga. Por fortuna su risa repentina nos tranquiliza antes de escuchar su respuesta). No, no, no… De hecho soy un escritor muy claro. Otra cosa es que me apoye en sucesos paranormales o terroríficos, pero sólo como recurso para llamar la atención del lector y mantenerlo aquí, a mi lado. Pero una vez aquí, se habla de relaciones reales. Yo me baso en la oscuridad sólo para atraer al lector y decirle: ven, tengo una cosa que contarte, lo que pasó y nadie se explica cómo pasó. Y cuando el lector se asoma, yo le cuento todo. Pero en ese “todo”, lo que pasó a lo mejor no es tan importante, es sólo una excusa para contarle el resto. No soy un escritor oscuro, pero me valgo de algunos elementos oscuros para captar la atención del lector, eso sí.

Paco Santos – ¿Te vales de la oscuridad para que nos acerquemos a tu llama?

GERMÁN VEGA – (Germán vuelve a reírse.) ¡Ese puede ser el titular! (Y repasa un imaginario anuncio de neón.) <<¡Te llevaré de la oscuridad a la luz!>>

Paco Santos – En algunas entrevistas has contado cómo, a raíz de tu primera novela, algunas personas buscaban tu consejo presuponiendo que eras una suerte de médium o sacerdote. Al margen de la anécdota de ese equívoco, ¿reconoces en tu novela más influencia de lo espiritual o de lo espiritista?

GERMÁN VEGA – Ambas cosas. En relación a esto, son para mí dos referentes Brian Weiss (por su indagación sobre las regresiones hipnóticas) y Raymond Moody (por sus estudios sobre las experiencias de “no muerte”).

Paco Santos – Volviendo al argumento. En torno a un hilo principal de la narración encontramos otros hilos que se entrecruzan. El argumento principal podría sintetizarse en una frase que sirve como título a uno de los capítulos del libro: El orden de las cosas. Esta trama central gira en torno al poder de modificar el orden de las cosas que se le otorga a uno de los protagonistas. ¿Qué hay en ello de tu propia concepción vital, personal, del orden de las cosas?

GERMÁN VEGA – Te refieres al dilema clásico del destino y del libre albedrío, ¿no?

Paco Santos – Te lo pregunto porque respecto a este asunto la novela, creo que premeditadamente, resulta ambigua, ofreciendo al lector dos posicionamientos diferentes ante ese dilema, casi de una manera juguetona o burlesca, sirviéndote de las enseñanzas de Ukufa, uno de los personajes.

GERMÁN VEGA – Es premeditado, porque es justamente lo que pienso. Me gusta pensar que el destino existe, pero sólo para que tú decidas cómo actuar frente a lo que te pasa. Por ejemplo, en 2014, ante la pérdida de una gran amiga, yo podía centrarme en el dolor o escribir una novela; a mí me dio por escribir una novela. Y quizás ese sea el margen de nuestro libre albedrío. En el caso de la novela, ¿forma parte del orden de las cosas que Lucca, uno de los protagonistas, pase por determinadas experiencias? Sí, porque es su rito de pasaje. BRILLANDO EN TU OSCURIDAD es un rito de pasaje.

Paco Santos – ¿Crees que escribir puede servir para cambiar el orden de las cosas, siguiendo el ejemplo de tus personajes, y también el de tu modo de asumir, mediante la redacción de una novela, aquella pérdida personal en 2014?

GERMÁN VEGA – No el hecho de escribir, sino el hecho de que te lean, eso sí puede cambiar algo; no el orden de las cosas, pero sí la respuesta que los lectores le den a las cosas que les pasan. Yo creo que algunos libros contienen una enseñanza que puede influir en esa respuesta.

Paco Santos – En tu novela aludes a sitios concretos donde sitúas acontecimientos terribles del pasado. ¿Esos acontecimientos son producto de tu fantasía o se corresponden con sucesos verídicos?

GERMÁN VEGA – Te refieres a la Casa del Niño.  Respecto a ese sitio, en efecto, parto de rumores sobre lo que parece que pudiera haber ocurrido allí, basándome en testimonios contradictorios y no contrastados. Al parecer, algunos de los niños que una vez albergó ese edificio, supuestamente bajo la protección de curas y monjas, sufrieron algún tipo de abuso o fueron entregados irregularmente en adopción a familias pudientes. En el plano paranormal, se cuenta la historia de una mujer cuyos gritos se seguirían oyendo en la actualidad, de noche, en el edificio abandonado, asunto que se trató monográficamente en los  programas Cuarto Milenio y Gran Canaria Paranormal. Se dice que esa mujer se tiró desde lo alto de la torre. Todo ello me ha servido como punto de partida para desarrollar mi propia historia.

Paco Santos – Los hilos argumentales que se entrelazan con este argumento principal, al que antes has definido como un rito de pasaje, remiten a la realidad más inmediata, más cotidiana. Problemas familiares, personajes que afrontan un duelo, acoso escolar… ¿Te gusta usar ese contrate entre lo fantástico y lo cotidiano, como motor de tus novelas?

GERMÁN VEGA – Sí, y es que lo normal y lo paranormal conviven con nosotros. Citando a Jorge Wagensberg, “lo normal es lo real conocido, y lo paranormal es lo real desconocido”. Yo intento jugar con eso, para darle ese puntito de pimienta a la separación de Claudia, a la bisexualidad de Magnolia, al trauma de Adrián…

Paco Santos – Hay dos frases del libro que me han parecido muy útiles para caracterizarlo. En primer lugar, una hermosa metáfora, “mondadientes para los recuerdos”, referida a la dificultad de rescatar aquellos recuerdos que inconscientemente condicionan nuestras vidas. Y en segundo lugar, una sentencia contundente: “los muertos necesitan un porqué”.

GERMÁN VEGA – La metáfora se refiere sobre todo al poder de la mente. Sólo si dominamos la mente seremos dueños de nosotros mismos. En nuestra mente bullen cosas que no podemos alcanzar, para las que necesitaríamos un palillo como los que nos sirven para sacarnos los restos molestos de comida entre los dientes. Hay veces que el palillo es otra persona que te ayuda, o una terapia, o un libro. La segunda cita alude a lo que sucede más allá de la muerte, a la desubicación, a la necesidad de un sentido, tanto para los que se van como para los que se quedan.

Paco Santos – De hecho todos o casi todos los personajes de tu novela buscan un porqué. Y con eso pasamos a ocuparnos de ellos. Sin duda, el personaje más singular es Ukufa.

(En este punto, choco el puño de mi mano derecha contra la palma de mi mano izquierda, en un gesto cómplice con la novela. Germán responde con inmediatez: <<¡Pam, pam!>>. Ambos no podemos sino reírnos…)

     Ukufa es un personaje genial de la novela, que no necesita muchas líneas para destacar en la obra. Me gustaría que nos hablases de él.

GERMÁN VEGA – Ukufa es el catalizador y el “pegamento” de la historia. Ukufa aparece cada vez que alguien necesita un empujón, ponerse en marcha. Él mueve una pieza en el interior de los personajes para que estos se pongan en movimiento.

Paco Santos – Realmente es un personaje que se desea que reaparezca en la novela, un chispazo… ¿Cómo surge ese personaje tan redondo, acompañado de ese gesto característico que lo representa?

GERMÁN VEGA – El personaje de Ukufa se identifica con ese gesto significativo, que podría haber sido un gesto distinto, pero que debía servir para llamar la atención de Lucca o de Adrián sobre la necesidad de tomar un decisión aquí y ahora (¡Pam, pam!) sobre el orden de las cosas.

Paco Santos – Ukufa moviliza a estos dos personajes, Lucca y Adrián, que a su vez son los dos grandes conductores de la novela. Empecemos por Lucca. ¿Por qué decidiste descargar casi todo el peso argumental de una historia tan compleja sobre un niño?

GERMÁN VEGA – Principalmente por la connotación de inocencia. El niño no está “adulterado”, no es adulto. Tiene la mente abierta. Me gustó mi experiencia en LA SONRISA DEL MAL con los niños, y quise repetirla en BRILLANDO EN TU OSCURIDAD. El personaje de un niño potencia las sinergias con los otros personajes adultos.

Paco Santos – Sin embargo, es un niño con muchos rasgos de adulto, aunque lo oculte para no revelar al mundo sus sorprendentes capacidades.

GERMÁN VEGA – Es un niño especial que no quiere serlo, que no quiere sobresalir… Hasta que aparece Ukufa.

Paco Santos – En tanto que Lucca tiene algo de adulto, Adrián tiene algo de niño, en su “encogimiento”, en su negativa a asumir el pasado.

GERMÁN VEGA – Exactamente, hay una inversión de los personajes. Esto es así porque Adrián es un escritor con rasgos de un narcisismo infantil. Él busca la culpa de su bloqueo en los demás, en su antigua pareja, porque no ha madurado.

Paco Santos – Estos dos personajes centrales son masculinos. Pero sin embargo, en tus obras anteriores y también en ésta, los personajes con un carácter más fuerte son los femeninos.

GERMÁN VEGA – Siempre digo que practico un travestismo literario. Creo que la mujer aúna dosis de fuerza y de sensualidad que el hombre no tiene. Esa fuerza me permite imprimir mucha riqueza a mis personajes femeninos, en este caso Claudia, Omara, Magnolia, Inés… Aunque mi principal experimento como escritor, en esta novela, fue desarrollar el personaje de un niño que está a punto de dejar de serlo, y su prometedora relación con Laura, otra niña. Para eso tuve que tirar de mi hemeroteca personal (aquí Germán se ríe, recordando quizá sus propias “Lauras”).

Paco Santos –  Pasemos a hablar de las localizaciones. ¿Has estado en la Casa del Niño?

GERMÁN VEGA – No.

Paco Santos – ¿Miedo?

GERMÁN VEGA – Vaguería (risas). Si hay que ir, se va… Creo que la imaginación es suficiente, y no quería ahondar en demasiados detalles. Conozco el edificio, de verlo de lejos, pero también de documentos como un libro, EL ORFANATO AZUL, de Lorett Rodríguez Schaeffer, que es un estudio de urbanismo centrado en el edificio (Germán tiene la gentileza de mostrarme algunas de las fantásticas fotografías recogidas en la publicación).

Paco Santos – ¿Por qué en esta novela, por primera vez, has ubicado la acción en sitios reconocibles y localizables en la realidad?

GERMÁN VEGA – Quería hacerle un homenaje a la ciudad de Arucas, que me acogió hace casi quince años. En el caso de la Casa del niño, a unos veinte kilómetros de Arucas, en Las Palmas, me parece que identificarla con el orfanato de la historia (y con los rumores que circulan en torno a su pasado) sería un reclamo interesante para los lectores que conocen el edificio y lo ven a diario.

Paco Santos – ¿”La Heineken”? (Un bar recurrente en la novela.)

GERMÁN VEGA – ¡Mítica! (Risas) Llegué a tocar ahí cuando hacía bolos con la guitarra… Aunque ha cambiado muchas veces de nombre, la gente sigue reconociéndola como “La Heineken”.

Paco Santos – Encontramos en tu novela ciertas pinceladas meta-literarias. Sobre todo en el hecho de que Adrián, uno de los personajes principales, sea escritor y además se enfrente al bloqueo. ¿Alguna vez Germán Vega ha sufrido ese temido bloqueo?

GERMÁN VEGA – Absolutamente. “El antiguo enemigo” (como se le llama al bloqueo en la novela) está siempre acechando. Justamente me bloqueé al comienzo del libro. Y aunque resulte paradójico, escribir sobre el bloqueo de Adrián, me sirvió para desbloquearme.

Paco Santos – En el libro describes la camisa más fea del mundo. ¿Es producto de la realidad o de tus pesadillas? ¿O estás pensando en patentarla?

GERMÁN VEGA – (Risas). La vi en internet. ¡Me pareció horrorosa!

Paco Santos – En esta novela, como en la anterior, aparecen tatuajes. ¿Tienes alguno?

GERMÁN VEGA – (Vuelve a reírse). No… El tatuaje no está hecho para mí. Me seducen sólo como recurso literario, por su exotismo y por el exhibicionismo y el erotismo que los rodea.

Paco Santos – Respecto al erotismo, y volviendo al personaje del escritor, Adrián, y su creciente libido según avanza la historia: ¿Crees que hay algo erótico en el acto de la escritura?

GERMÁN VEGA – Sin duda, y es también un acto narcisista. Por eso decía anteriormente que Adrián tiene muchos de esos rasgos de personalidad narcisista; es el placer de gustarse a sí mismo, de gustarle lo que escribe.

Paco Santos – Deseamos a Germán Vega que siga gozando durante sus siguientes obras de ese clímax literario.

 

Paco Santos Contributor

Be First to Comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies